“No llueve, no hace frío, tampoco hay luna,
no se ve ninguna estrella. Únicamente los faroles lucen; se oye el murmullo de
la ciudad a lo lejos. En medio del cruce, en la calzada, está Rinka.”
Lecho de musgo. Círculo de lectores |
Título: Lecho de musgo (Mooskopf)
Autora: Anja
Tuckermann
Fecha de publicación: 1988 (original en alemán)
Traducción: Pilar Ylla
ISBN: 84-226-3124-5
Págs.: 139
Editorial: Círculo de lectores
Sinopsis:
¿Qué transformaciones se operan en la vida de una mujer objeto de violación? ¿Cómo supera las terribles consecuencias de ese hecho monstruoso? He aquí una dramática novela que aborda sin tabúes una problemática padecida por muchas más mujeres de lo que reflejan las estadísticas. Una obra para seguir paso a paso el calvario de una joven violada y para comprender el difícil proceso de volver a la normalidad.
¿Qué transformaciones se operan en la vida de una mujer objeto de violación? ¿Cómo supera las terribles consecuencias de ese hecho monstruoso? He aquí una dramática novela que aborda sin tabúes una problemática padecida por muchas más mujeres de lo que reflejan las estadísticas. Una obra para seguir paso a paso el calvario de una joven violada y para comprender el difícil proceso de volver a la normalidad.
Opinión:
¡Bueeenas!
Hace
unos meses, decidí no adquirir más libros porque, como ya sabéis, tener más de
doscientos sin leer en casa y dedicarse a comprar compulsivamente no es sano,
ni barato. Así que me he dicho “Raquel, hasta que no te leas tooooodo lo que
hay en casa, no va a entrar ni uno más”, y de momento lo estoy cumpliendo.
Gracias a esto he descubierto maravillas que tenía por ahí perdidas, como es el
caso de la novela que hoy nos toca, e incluso escritores tan conocidos como
Hermann Hesse, de quien escribiré más adelante.
Así que
si sois unos locos de las compras (y de las bibliotecas) como yo, os animo a
acabar con todas vuestras estanterías antes de seguir acumulando. No me
gustaría llegar a este nivel:
Lecho de musgo nos habla de lo que supone para Rinka, nuestra
protagonista, ser violada. Tuckermann
quiere mostrarnos no solo el atroz hecho sino sus consecuencias, y cómo una
veinteañera alemana sufre a manos de un ser inmoral que cree que puede hacer
con ella lo que quiera. Rinka tendrá que aprender a vivir con ello y superarlo.
La
novela se divide en capítulos cortos sin numerar que siguen un orden
cronológico durante año y pico de su vida, y a lo largo de ésta podremos
adentrarnos directamente en Rinka, pues la autora prefiere profundizar en sus pensamientos antes que en lo que ocurre a
su alrededor. El problema es que al intentar hacer un retrato tan intimista
a raíz de su violación una se espera que esté escrito en primera persona, pero
Tuckermann utiliza la tercera, lo que le
da un toque demasiado impersonal.
Aun
así, me gusta el proceso de adaptación que sufre Rinka a lo largo de la novela
ya que, a pesar de la brevedad del libro, la escritora nos muestra paso a paso y sin prisas su evolución de una manera natural,
que no nos saca de contexto y con la que se puede empatizar.
“Agua. La suciedad debe ir hacia abajo, su
cuerpo petrificado debe brillar como un guijarro pulido. Rinka frota y
restriega, se cepilla los dientes, se lava el pelo, quiere frotarse hasta que
duela, enjuagar la carne viva, bañarse toda. Constantemente tiene miedo,
alguien podría entrar y verla. Cuando sale de la bañera ya vuelve a sentirse
sucia.”
Para
ello, a parte del personaje protagónico, tendremos otros como su familia, amigas y novio, quienes serán muy importantes en su
desarrollo y superación, sobre todo sus amigas (ya veréis el porqué).
“Rinka piensa que va a desplomarse. Allí
podría desvestirse, quedarse desnuda y nadie le haría nada. Somos fuertes,
somos muchas y estamos hartas.”
De
todas formas, los personajes secundarios
no están muy desarrollados, más bien son un puente hacia los sentimientos
de Rinka, ya que gracias a sus amigas puede hablar del tema y desahogarse, y
gracias a su novio podemos ver en directo cómo es capaz de reaccionar ante
cualquier tipo de acercamiento masculino a pesar de ser de su confianza.
En conclusión,
es una historia dura que presenta los hechos sin florituras y con una evolución
realista, pero que me deja fría al utilizar el narrador omnisciente tan alejado
de los sentimientos de nuestra protagonista, transmitiéndolos como un cuento crudo pero desde la distancia.
¿Lo habéis
leído? ¿Qué os parece?
Sobre la autora:
Nació
el 24 de noviembre de 1961 y reside actualmente en Berlín occidental. Cursó
estudios en el instituto Alfred Döblin, donde en 1987 terminó el bachillerato.
Se ha distinguido por su brega a favor de los derechos y reivindicaciones de la
mujer. Fue cofundadora de la Organización de mujeres de Spandau. Como editora,
en 1986 publicó la revista Tigermädchen,
de la organización feminista antes mencionada, y en 1987 Chicas que escriben sobre sí mismas. La publicación de Lecho de musgo, su primera novela, ha conmocionado
el mundillo literario en lengua alemana y se ha convertido en un éxito de
ventas, principalmente debido a la crudeza y dramatismo de su temática.
Obra publicada en España:
Lecho de musgo (1988)
Muscha (1995)
La gaviota y un mar de colores (2011)
Puntuación 3,5/5
No conocía el libro y parece interesante por el tema que trata, que es espinoso y difícil de tocar sin herir sensibilidades. Lástima que la narración en tercera persona te haya parecido tan distante.
ResponderEliminar¡Ánimo con las lecturas! Debería seguir tu ejemplo y leer todo lo que tengo pendiente en casa antes de comprar más libros.
No lo conocía, pero la verdad es que tampoco me atrae demasiado.
ResponderEliminarUn beso ^^
yo creo que el hecho de hablar en tercera persona de la protagonista, Rinka, aporta dos cosas sobre todo: le da ritmo a la lectura, usar frases cortas y repetir tanto la palabra Rinka y, por otro lado la analiza totalmente, como si un poco la desnudara y examinara bajo microscopio lo cual para mi la hace verse más cómo víctima (como cuando en una película enfocan a un personaje desde arriba) y a la vez como un sujeto vivo mucho más complejo y merecedor del protagonismo que una victima secundaria.
ResponderEliminarpero la verdad que no me había planteado lo de que pudiese ser impersonal siendo el libro tan intimista, bien pensado.
El tema del ritmo lo veo, sí, con las frases cortas en tercera persona, realmente se lee en un suspiro, te lo bebes. En el punto dos, entiendo lo que dices, pero sí que es verdad que cuando leo una historia como esta, que me hable directamente la protagonista me acerca mucho más a ella.
EliminarMuchas gracias por comentar =)