lunes, 25 de enero de 2016

"Proyecto Potter" y el prisionero de Azkaban: capítulos VI, VII y VIII Nuevas clases y una dama huidiza

¡Bueeeeenas!
Estos dos últimos lunes no he tenido tiempo para publicar los capítulos VI y VII de Harry Potter y el prisionero de Azkaban, así que hoy toca uno triple.

Lo siento por todos aquellos que entran al blog exclusivamente por esta sección, intento llevarlo al día pero desde diciembre se me está haciendo un pelín cuesta abajo por motivos personales que no entran al caso. En fin, a lo que iba, pretendo continuar con ello pero no prometo nada. Gracias a todos los que lo seguís a pesar de todo^^


Capítulo VI Posos de té y garras de hipogrifo

Harry, Ron y Hermione empiezan su tercer curso en Hogwarts con nuevas clases como Runas Antiguas y Aritmancia, aunque Rowling para este episodio nos va a presentar solo dos: Adivinación con la estrambótica profesora Trelawney y Cuidado de Criaturas Mágicas con nuestro querido Hagrid.

El problema de estas nuevas optativas es que Hermione se ha apuntado a todas, ya sabéis que su sed de conocimiento no tiene límites, y, claro, varias le coinciden. Por lo tanto, ¿cómo es posible que haya conseguido asistir a todas si no se ha separado de Harry y Ron? ¿Tendrá algo que ver McGonagall en todo esto? Esperemos que el misterio no tarde mucho en desvelarse.

Adivinación

Su primera clase será Adivinación con la profesora Trelawney quien tiene el aspecto de la típica médium de película, es decir, viste con ropa hippiesca y parece vivir en su mundo de yupi. Además es dramática y le gusta llamar la atención pues si no, ¿por qué iba a predecir la muerte de un  alumno cada año siendo mentira? Esto, para mi gusto, solo le hace perder credibilidad ante el profesorado, y si no me creéis, solo hay que leer lo que opina  McGonagall de ella. Es una pena porque me parece una clase muy interesante. De todas maneras, sí que es verdad que cuando se habla de augurios de muerte (el grim) alrededor de Harry la cosa cambia, ya que no todos tenemos a un incesante Voldemort detrás.

Pobre Harry, no sabe a qué atenerse después de esta clase, ya que, mientras Hermione no se lo toma en serio, Ron está literalmente temblando. Habrá que esperar para ver quién tiene razón. Por cierto, sigo flipando con la contestación de Hermione a Trelawney, no es que esta profesora sea santo de mi devoción y hasta entiendo que a Hermione le cueste creerla pero no le pega ser tan insolente, no me lo esperaba.

Cuidado de Criaturas Mágicas

Nos encontramos con la primera clase de Hagrid, Cuidado de Criaturas Mágicas, que le viene al pelo, ¿acaso no es el mayor experto en bestias que conocemos? Pues sí, Hagrid es bueno en lo suyo y tiene preparada una clase que ya me hubiera gustado a mí, ¿el problema? Malfoy, ¿quién si no podría estropear lo que podría haber sido un gran primer encuentro con los hipogrifos?

¿Me diréis que no es gracioso que con tan solo acariciar el Monstruoso libro de los monstruos éste se deje abrir? Y ¿qué me decís de la confianza que Hagrid demuestra al exponer animales tan impresionantes en vez de empezar con gusarajos (gusanos inofensivos)? Se podría comentar que es un error llevar orgullosos hipogrifos con garras descomunales a una clase con magos de trece años, sí, me parece que no es la mejor idea, pero Hagrid les explica lo que deben o no hacer y les enseña un ejemplo práctico con ayuda de Harry y Buckbeak (hipogrifo) antes de proceder con toda la clase. Entonces, ¿quién creéis que tiene la culpa del arañazo de Draco: el insulto de Malfoy hacia Buckbeat a sabiendas de que no debía hacerlo o la inconsciencia de Hagrid al traer semejantes animales mágicos en una primera clase con magos inexpertos?


En fin, Hagrid se destierra voluntariamente a su cabaña para beber tranquilo hasta que aparecen Harry, Hermione y Ron quienes actúan como adultos intentando serenarle.  Lo extraño de este momento es la furia de Hagrid al darse cuenta de que Harry está en su casa habiendo anochecido, lo que no es buena señal.


Capítulo VII El boggart del armario ropero

Nuestros pequeños protagonistas ya han vuelto a la rutina, lo que les lleva a su temida clase de Pociones con el profesor Snape. Rowling aprovecha para recordarnos cuan harto desagradable e injusto es este profesor de ojos y pelo negro grasiento. Un mal que deben aguantar por el bien de sus notas. Viviremos el odio que Snape ejercita a diario contra Gryffindor gracias al caso de Neville y su desastrosa poción para encoger, además de sufrir la mentira que puede llevar a Hagrid al despido, es decir, el supuesto brazo herido y sin remedio de Draco, el ojito derecho de Snape.

Después de Pociones y antes de llegar a la clase siguiente, Ron parece darse cuenta de que algo no va bien en Hermione, ¿cómo es posible que vaya tan cargada de libros si solo les queda una clase? ¿por qué es tan esquiva con ellos? Esperemos que quede poquito para descubrir la verdad.

Y ahora, sí que sí, la tan esperada Defensa Contra las Artes Oscuras, esa asignatura temida por casi todos los profesores debido a su nada envidiable historial de muertes y desmemorización.

Como ya sabíamos por el encontronazo en el Expreso, nuestro nuevo profesor será Lupin, un señor un tanto desaliñado, quien supo mantener la calma ante el dementor que casi nos deja sin Harry. Ya solo con eso pinta mejor que el fanático de Voldemort y el inútil de Lockhart.

Lupin les lleva a la sala de profesores donde Snape suelta la coletilla envenenada antes de irse. Allí les explica que hay un boggart en el armario y que van a aprender a defenderse contra él. ¡Por fin una clase práctica sin duendecillos de Cornualles y profesores sin experiencia!

Snape, el temor más profundo de Neville.
Un boggart es un ser mágico del que nunca antes habíamos oído hablar y que nadie ha conseguido ver en su forma original. Por lo visto, le gustan los sitios oscuros y cerrados, y se dedica a transformarse en los miedos de los demás como ataque.

Lupin les enseña el hechizo “Riddíkulo” y lo que deben hacer para protegerse. Por suerte, la clase va viento en popa y todos los alumnos -elegidos por él- consiguen un gran resultado, o lo que es lo mismo, la clase es todo un éxito.

Ron y los demás salen entusiasmados y con ganas de repetir. Eso sí, hay algo que extraña a Harry, ¿por qué Lupin no le escoge deliberadamente para enfrentarse al boggart? Y ¿Por qué Lupin teme a una  bola plateada?


Capítulo VIII La huida de la Señora Gorda

Rowling nos hace un breve resumen de las clases:
  • Defensa Contra las Artes Oscuras gana por goleada gracias a las divertidas e instructivas prácticas de Lupin. Es el primer año que los alumnos van a aprender algo de verdad.
  • Cuidado de Criaturas Mágicas está de capa caída debido a la falta de confianza de Hagrid, quien teme que le echen si vuelve a suceder algo como lo de Draco. Por lo menos no le han despedido.
  • Adivinación es como la película de Amélie, que o la odias o la amas.
  • Pero lo mejor está por llegar: la nueva temporada de Quidditch.


Vuelven las disputas entre Ron y Hermione causadas por sus mascotas, ya sabéis, el gato quiere comerse al ratón y… esperad, ¿el gato puede entender a los humanos? ¿sabe que Scabbers está durmiendo en la mochila porque Ron se lo ha dicho a Hermione? Habrá que investigar eso, oye. De todas maneras, siempre he sido más de felinos, para mí que Crookshanks siente algo más que instinto cazador cuando ve a la rata de Ron.


Y llega Halloween y con ello la salida a Hogsmeade, el auténtico pueblo mágico. Harry se queda con las ganas pues no tiene autorización, por lo que se decide por pasear por Hogwarts hasta que se encuentra con el profesor Lupin, quien le invita a tomar un té a su despacho. Le enseña la criatura que tiene preparada para la próxima clase, un grindylow, un demonio de agua con muy malas pulgas. Además se entera de por qué Lupin no le eligió a la hora de enfrentarse al boggart, resulta que se esperaba que la criatura se transformara en Voldemort lo que hubiera llevado a la clase a la locura, como poco. En el fondo era más paranoia de Harry que otra cosa; a veces la respuesta es de lo más simple.

Mientras continúan con la charla, Snape aparece de improviso con una poción para un Lupin muy agradecido, por lo visto es una poción muy complicada y pocos magos son capaces de llevarla a cabo. La verdad es que aquí Harry me mata ya que solo se le ocurre pensar que Snape la ha envenenado, ¡vaya tela! Snape no es ni mucho menos mi profesor favorito pero tampoco le veo haciendo algo así, y menos con testigos.

Esa misma noche, Hermione y Ron llegan de Hogsmeade cargaditos de golosinas para alegrarle la existencia a Harry. Se van juntitos al banquete y a la vuelta se encuentran con un hecho insólito, ¡alguien ha destrozado el cuadro de la dama gorda! Según Peeves, el poltergeist, ese alguien ha sido… ¡Sirius Black!




Espero que os haya gustado =)


¡Leed mucho!^^

4 comentarios:

  1. NAda, tú tranquila que por aquí estamos :-)
    Yo seguiré tu consejo y leeré mucho :-)
    Besos!

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  2. Awww ♥ Que entrada tan buena! Me encanto... vengo siguiendo varias entradas de este proyecto. Esta genial!
    Y se nota que le dedicas mucho esfuezo. Pero es asi... cuando se trata de Harry Potter... jaja ♥
    Nos estamos leyendo! Saludos

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  3. A mí es que Harry Potter no me gustó mucho xD y este libro menos... Me encanta como destripas todos los capítulos ;) un beso

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