Mary Reilly: servidora del Dr. Jekyll de Valerie Martin

“No era la primera vez que me encerraban en la alacena, si merece tal nombre el pequeño armario que había bajo la escalera. Aunque tenía diez años y era pequeña para mi edad, debía agacharme y encoger dolorosamente las rodillas para caber en aquel lugar estrecho y sucio, y aquello era parte de la lucha, encajar, lo cual era parte del placer que le provocaba, sin duda.”

Mary Reilly. Círculo de lectores.

Título: Mary Reilly: servidora del Dr. Jekyll (Mary Reilly)

Autora: Valerie Martin

Fecha de publicación: 1990 (original en inglés)

Traducción: Lucrecia Moreno

ISBN: 84-226-5860-7

Págs.: 271

Editorial: Círculo de lectores (cedido por Emecé)

Sinopsis:

Escapando de sus orígenes humildes, Mary Reilly entra al servicio del respectado científico y filántropo Dr. Henry Jekyll. Muy pronto, éste advierte cualidades excepcionales en su doncella, cuya devota admiración por su persona va creciendo hasta dar paso a un cúmulo de turbadores y confusos sentimientos. Las rígidas barreras sociales que separan al Dr. Jekyll de Mary Reilly no hacen sino aumentar la tensión de una relación intensa y compleja, hasta que la llegada del joven e impetuoso Mr. Edward Hyde hace que Mary empiece a descubrir un aspecto de la realidad tan fascinante como misterioso, cargado de tenebrosas reminiscencias de su niñez.

Opinión:

¡Bueeenas!

Hace algo más de una semana, terminé Mary Reilly de Valerie Martin, novela escrita a partir del original de Stevenson, El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Martin consigue crear una fanfiction desenvolviéndose con clase por la ambientación victoriana del siglo XIX. Y, ¿por qué fanfiction? Porque tengo la teoría de que la autora siente cierta atracción por el personaje de Jekyll y su lado oscuro y que, segurísimo, pensó que la mejor manera de acercarse a él era escribiendo su propio alter ego e incluyéndolo en la vida de Jekyll.

Mary Reilly es una joven voluntariosa, bonita y tenaz que empieza a trabajar para Jekyll el año en el que éste se dedica a transformarse día sí y día también en el abominable Hyde. Por lo que la escritora, aprovechando que tanto su joven sirvienta como el doctor viven bajo el mismo techo, nos relatará toda la evolución de Jekyll a través de los diarios de Mary. Hasta aquí la historia me sonó interesante, puesto que siempre es bienvenido otro enfoque visto que no es lo mismo el carácter de un hombre como Utterson (narrador del libro de Stevenson), quien es un renombrado abogado, que el de una joven sirvienta con un pasado tortuoso. También es verdad que es volver al mismo recurso que ya utilizó Stevenson y que me encantaría leer la historia desde la perspectiva del propio doctor, pero, bueno, qué se le va a hacer.

Julia Roberts como Mary Reilly.
Más info en "De libro a película".

Antes de continuar con mi teoría sobre la autora y Mary, tengo que comentaros un detalle que he leído en varios blogs: se dice por ahí que Valerie Martin se fijó en la criada sin nombre que abrazaba el cadáver del doctor Jekyll cuando lo encuentran en medio de su laboratorio, y que ella lo único que hizo fue crearle un pasado a esta jovencita; pues bien, como no me sonaba que Jekyll hubiera muerto en brazos de nadie, me he vuelto a leer el final y no, se suicidó solito en su laboratorio. De todas formas, os dejo la escena en la que Poole (mayordomo) y Utterson (abogado/amigo) lo encuentran:

“En el centro mismo de la habitación yacía el cuerpo de un hombre, dolorosamente contorsionado y palpitante aún. Se acercaron a él de puntillas, lo volvieron boca arriba y se encontraron ante la cara de Edward Hyde. Vestía ropas demasiado grandes para él, ropas que correspondían a la corpulencia del doctor; los nervios de su cara se movían aún, dando una sensación de vida, pero ésta se había acabado ya por completo; por el frasco destrozado que tenía en la mano y por el fuerte olor a almendras amargas que flotaba en el aire, comprendió Utterson que tenía delante el cuerpo de un suicida.”

Y ahora, sí que sí, me centro en el porqué del amor platónico de Valerie Martin:

Mary, la única capaz de comprenderlo.

Nos encontramos con la típica jovencita preciosa y trabajadora que llega nueva como sirvienta y que, en cuestión de días, consigue crear un vínculo muchísimo más fuerte que el que tiene el propio Jekyll con su mano derecha y criado, el señor Poole, un hombre que lleva más de veinte años a su servicio. Además, cada cuasi-conversación que mantienen el doctor y ella resulta de vital importancia pues, de alguna manera, Mary siempre da en el clavo con cada una de sus palabras y actuaciones, eso sí, sin darse cuenta. Encima tiene un pasado trágico superatrayente, puesto que no tarda en salir a relucir el interés de nuestro Jekyll, quien la incita a escribir un diario en el que cuente las torturas a las que se ha visto sometida por su padre. Todo muy morbosillo, sí.

Es decir, la novela es una sucesión de situaciones llenitas de tensión sexual disfrazadas de pequeños diálogos misteriosos pero que podemos interpretar sin dificultad, ya que nosotros, los lectores, sí que conocemos su gran secreto.

Y, a ver, respeto que le atraiga (a la autora) y quiera ser parte de la historia pero ¿es necesario hacerse tan perfecta? Creo que en este punto la novela pierde fuerza porque, aunque retrate con gusto la época y la mentalidad de cada miembro de la sociedad, se pasa de lista con Mary, quien parece haber sido creada como la mujer ideal para enamorarle. Jekyll se maravilla de su pasado traumático, de su astucia, de su bondad, de sus respuestas ingeniosas, sinceras y directas… de todo. Vamos, lo que se dice amor a primera vista.

Pero ¿cómo sabemos que es tan perfecta si estamos leyendo su diario íntimo? Ay, este es otro punto que me mata, pues durante toda la novela intenta vendernos que es una chiquilla humilde que no es para tanto, pero a cada paso que da no para de mostrarnos que es preciosa y delicada, que le gusta limpiar y que lo hace genial… ¿acaso no será éste su currículo para buscar marido? ¡Vaya tela!

Entonces, ¿por qué deberíais leer Mary Reilly?

-Martin retrata muy bien la época desde la perspectiva de los sirvientes: a lo que se dedican según su rango, cuándo descansan, dónde duermen y si tienen tiempo libre. Todo ello sin llegar al aburrimiento ya que no lo hace de golpe, sino que lo dosifica para que podamos captar toda la información sin problema (a veces me recordaba a Downton Abbey).

-La mentalidad según el estamento social al que pertenecen es otro gran punto a favor, pues, solo con las conversaciones que oye Mary o con sus propios pensamientos, podemos darnos perfecta cuenta de que los sirvientes creen sinceramente estar por debajo de los señores, ya que la sangre y la estirpe de cada uno es imprescindible a la hora de valorarse. Se lee mucho eso de que “cada uno tiene su lugar en el mundo, por lo que este límite no se puede atravesar por el bien de la sociedad”. De todas maneras, no solo atisbamos el conformismo de los sirvientes sino que también se puede echar un ojo a una serie de conversaciones que mantienen los señores (Jekyll y amigos) sobre educación y política, claro ejemplo de los distintos puntos de vista que había: “mejor que no se eduquen para que no tengan que darse cuenta de la triste vida que llevan”, “el conocimiento es bueno para cualquier persona, provenga de donde provenga”, “como sepan demasiado se pueden volver inconformistas y eso no es bueno” o “es un desperdicio educar mentes que no lo necesitan”.

“No soy tan ingenuo como para creer que podemos resolver los problemas del mundo fundando una escuela, pero sin duda tenemos la obligación de aliviar el sufrimiento cuando podamos. Y la ignorancia equivale a sufrimiento, aunque los pobres infortunados que llegan a nuestras puertas acaso no lo sepan. Cualquier escuela, por el solo hecho de existir, tiene que ser una fuerza del bien.”

¿Por qué no deberíais leerla?

-Las protagonistas perfectas me producen urticaria. ¿No preferís personajes más realistas?

-En general, el ritmo narrativo se hace lento debido a que la novela es un constante monólogo interior de Mary, pues ella nos narra sus vivencias en primera persona, cosa lógica, teniendo en cuenta que estamos leyendo su diario. O sea, que anda escaso de diálogo.

-Se supone que los fallos a la hora de conjugar verbos dotan de realismo la educación de Mary, quien había asistido al colegio lo justo para aprender a leer y a escribir sin llegar a ser una erudita. El problema es que cada vez que leía un condicional mal puesto solo podía tirarme de los pelos y maldecir a la escritora, y el texto está plagadito…

En conclusión, es una novela lenta, interesante por momentos y que retrata con habilidad la época victoriana, pero que, por desgracia, abusa del personaje de Mary, quien sale mal parado al rebosar tanto ideal femenino para/con Jekyll.

¿Lo habéis leído? ¿Y su adaptación? ¿Qué os parece?

Sobre la autora:

Nació en Sedalia, Mississippi, aunque muy pronto se trasladó a Nueva Orleans, donde creció. Además de colaborar en el Saturday Review y The New York Times Book Review, ha publicado sus relatos en revistas de literatura en diversas universidades norteamericanas. Actualmente ha establecido su residencia en Montague y es profesora de la Universidad de Massachusetts. En ésta, su quinta novela –histórica en su mesurada recreación de la época victoriana-, Martin se enfrenta con éxito a un reto poco usual: mantener la tensión narrativa y la intriga propias de una novela de misterio en un lector que conoce de antemano la clave del enigma y el fatal desenlace.

Obra publicada en España:

Mary Reilly: servidora del Dr. Jekyll (1990)

El gran divorcio (1995)

Propiedad (2004)

Página oficial (en inglés)

De libro a película:

En 1996, Stephen Frears dirige El secreto de Mary Reilly con Julia Roberts (Mary), John Malkovich (Dr. Jekyll), Glenn Close, Kathy Staff y George Cole, entre otros.

Puntuación 2,5/5