¡Buenaaaas!
Ya estamos de vuelta con ¡Harry Potter y la piedra filosofal! Y hoy
nos toca adentrarnos en el capítulo XIII Nicolás Flamel.
Pero, antes de empezar, ya sabéis
que esto del Proyecto Potter es una
iniciativa entre tres blogs: Los textos de Potter, Frikilóloga y moi. Así que si queréis leer más sobre este
fantástico universo, no dudéis en visitarles.
Desde que Harry descubriera el
Espejo de Oesed y viera a sus padres, no para de tener pesadillas, unas imágenes horribles en las que ellos
desaparecen a la luz de un misterioso rayo verde. Además, en breves tendrá lugar
un partido de Quidditch, el que será decisivo para poder derrotar finalmente a
Slytherin ya que Gryffindor deberá ganar a Hufflepuff si quiere vérselas con la
Casa de Snape y cía, quien, para más inri,
será el árbitro. Genial, ¿verdad?, ¿quién
mejor para ese puesto que el único profesor encargado de quitarles puntos a los
de Gryffindor hasta por respirar? Así que ya os podéis hacer una idea de la
presión a la que se verá sometido Harry durante todo el capítulo. De todas
maneras, el plato fuerte no será hasta después de que nuestro querido
protagonista atrape la Snitch en menos
de cinco minutos. Harry, otra vez por esas típicas casualidades de la vida
que solo le afectan a él, verá un encuentro
en el bosque prohibido muy pero que muy siniestro entre Snape y el prof.
Quirrell. Allí se nombrará la piedra
filosofal, ese mágico objeto que descubrió Nicolás Flamel, sí, el colega de
Dumbledore y quien da título al capítulo porque, se me olvidaba mencionaros
que, Harry, Ron y Hermione descubren quién es y porqué es tan importante.
Observaciones:
-En este capítulo todo está conectado,
a pesar de que se podrían enumerar varias escenas distintas a simple vista: las pesadillas de Harry, el partido, la
búsqueda de Flamel y el momento final entre Snape y Quirrell. Pero, como
todos sabemos (ya sea por los libros, las pelis o, simplemente, porque vivimos en
el planeta Tierra), Voldemort es la
clave, siempre es él. ¿Por qué Harry sueña con un misterioso rayo verde que
hace desaparecer a sus padres? ¿Por qué Snape parece tan enfadado durante todo
el partido? ¿Quién necesita la piedra filosofal de Flamel? ¿A causa de quién
tienen la conversación Snape y Quirrell? Es
interesante leer este libro desde las dos perspectivas: el punto de vista de quien
lo lee por primera vez y el de quien ya se conoce la historia. Si leemos Harry Potter como quien prueba por
primera vez una gragea Bertie Botts y no sabe que está ante sabor vomito no se
percatará igual de ella y se sorprenderá (pobre insensato jejej), pero quien ya
sabe cuál debe escoger es porque está atento a su forma y color, no solo a su
sabor. Es decir, en esta segunda lectura
en la que ya sé cómo va a acabar la historia, puedo sentir la presencia de
Voldemort en todos los capítulos, pero quien se adentre por primera vez a
saber si piensa en él más allá de los primeros capítulos en los que se le
menciona lejanamente. (Conclusión: ¿qué
hacéis que no os estáis leyendo de nuevo la saga? XD)
-El juego entre Snape y Quirrell que se plantea a lo largo de todo el
libro es genial. En cada capítulo Snape hace algo extraño y que le da
puntos para ser el villano número uno pero, siempre, a su vez, Quirrell está
cerca de una u otra manera, hasta que
llegamos a la gran conversación en las lindes del bosque prohibido en la que
somos totalmente subjetivos, somos Harry y, por tanto, esas palabras que se
dicen cobran el sentido contrario. Rowling nos está regalando una pieza
fundamental pero llevamos demasiado siendo Potter y odiando a Snape como para
pensar por un momento que ese señor amargado pueda ser el bueno de la historia.
(Visto desde quien lee por primera vez este libro, claro)
-Por último, el alquimista por excelencia, Nicolás Flamel quien sí existió realmente.
Resulta que J. K. Rowling cuando tenía poco más de veinte años, leyó una de
las tantas leyendas sobre la vida de Nicolás Flamel en la que se hablaba sobre
un libro que había encontrado, Libro de Abraham el judío en el que se localizaban diversas
fórmulas alquímicas, éste sería el inicio de una incansable búsqueda de la
piedra filosofal. Al igual que en Harry
Potter, Flamel también estaba casado con una mujer llamada Perenelle. Pero a diferencia de este
libro, en el que Flamel es colega de Dumbledore y sigue vivo, en la vida real
Nicolás fue un rabino parisino burgués y copista que vivió durante el siglo XIV
y que murió en 1418.
P.D. Hermione será una empollona adicta a las reglas pero es la primera
en ayudar a Neville cuando aparece en la torre Gryffindor con las piernas
pegadas a causa de Malfoy. “Locomotor
mortis”
Espero que os haya gustado =)
¡Leed mucho!^^
Pues sí que me ha gustado XD jejeje
ResponderEliminarEstos libros están entre mis preferidos :-)
Sí! Es genial releerlos de nuevo, se ve todo desde otra perspectiva.
EliminarVaya, no me esperaba que también hubieras buscado información sobre Nicolás Flamel XD. La verdad es que el tío tiene una historia interesante. Por lo visto saquearon su tumba después de muerto y la encontraron vacía. Dun dun dun. Además se dice que le han visto a él y a su mujer en varios lugares a los largo de la historia. Un personaje lleno de misterio, vamos.
ResponderEliminarEso no lo había leído, ¿te imaginas que fuera verdad? ¡Sería una pasada! Inmortal... aiiis! Tendríamos tiempo suficiente para leer todos los pendientes de la mesilla de noche jejejje
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