El mordisco de la medianoche, de Anabel Samani

“Una medianoche más, el ruido ronco y profundo, como el de un trueno atrapado en una lejana montaña, me sacó del duermevela en el que me había instalado.”

Título: El mordisco de la medianoche

Autora: Anabel Samani

Fecha de publicación: 2020

ISBN: 9798696004679

Págs.: 333

Editorial: Autopublicado

Sinopsis:

Eleonor acaba de llegar a la mansión que ha heredado de su abuela, una mujer huraña a la que nunca conoció. Tras despertarse una vez más como consecuencia de un estruendo que solo ella es capaz de oír, decide averiguar cuál es el origen de ese sonido atronador que la sobresalta cada medianoche. Así, descubre que en la biblioteca, el lugar de donde procede el insólito estallido, el fantasma de su abuela la reclama para que complete la lectura de El mordisco de la medianoche, el libro que la anciana tenía en sus manos cuando la muerte la sorprendió.

Durante las siguientes noches, cada vez que las agujas del reloj se junten en lo más alto de la esfera, Eleonor leerá para su abuela los seis oscuros relatos de terror y fantasía contenidos en el libro. A través de esos cuentos conocerá pesadillas que traspasan el mundo de los sueños, cabañas ocultas en lo más profundo de bosques primitivos, pozos de los deseos para gente desesperada, cuadros capaces de albergar la luz de la vida y la muerte, semillas de magia antigua que germinan aviesamente y muñecas de piel fría que anhelan el calor de un corazón inocente.

Opinión:

¡Buenaaaas!

Hoy os traigo una recomendación de terror, pues tengo el placer de presentaros la segunda publicación de Anabel Samani, escritora y bloguera más que conocida por estos lares. En 2018, reseñé su primera novela titulada La caja vacía, y ahora, tres años después, vuelvo a la carga para comentar su libro de relatos: El mordisco de la medianoche.

Nos encontramos con una historia central que hará de eje para los demás cuentos de terror. Es decir, Samani nos introduce en la vida de una mujer que ha heredado la mansión de su abuela, quien no se hablaba con su hija y, por ende, con su propia nieta, nuestra protagonista. Eleonor, que así se llama, se verá en la complicada tesitura de vender o no este nuevo hogar, ya que hay que tener en cuenta que su abuela era de alta cuna y, por lo tanto, tenía un personal que sigue viviendo y trabajando allí. Luego su idea es quedarse una temporada para sopesar pros y contras. Una noche, mientras busca una solución desde su cama, unos fuertes golpes la asustan… Unos golpes procedentes de la gran biblioteca, donde Eleonor tendrá su primera experiencia sobrenatural. Vamos, que se encuentra a su difunta abuela sentadita esperando su cuento antes de ir a dormir. Un cuadro.

Eleonor abrirá el famoso El mordisco de la medianoche para leerle un relato cada noche:

La sombra y la pesadilla, de tan solo doce páginas, pues tampoco hace falta más para que nos despliegue una batalla de ensueño. Me recordó levemente a un cuento de Lovecraft que leí hace mil –Más allá del muro del sueño-. En general, lo viví angustiada y en tensión hasta el final. También es verdad que si añades un perro a la ecuación no voy a estar tranquila nunca. Muy bueno.

En La cabaña, de unas cuarenta páginas, veremos cómo Diana se las arreglará sola en un inmenso bosque. En este caso, tenemos dos partes bien diferenciadas dentro de la trama, con su vuelta de tuerca incluida. Además, Samani no se pone límites en cuanto a gore se refiere, lo que me dejó alucinada –para bien-. De todas maneras, es elegante y encaja, nada de descripciones innecesarias. Me gustó mucho, tanto el tema como la ambientación, la cual me recordó a Blackwood, ya sabéis, que si bosque laberíntico, salvaje, sin civilización cercana… y, bueno, porque soy así, también me vino a la mente La chica que amaba a Tom Gordon.

El pozo de los Desesperados. Tenemos veinte páginas de leyenda. Este me lo leí del tirón, puesto que tenía muchas ganas de saber qué narices ocurría con este famoso pozo, el porqué del nombre y, bueno, si era verdad lo que se contaba en el pueblo. Un final perfecto.

El cuadro, con más de sesenta paginillas, fue el que más mal rollo me dio, y eso que sabía que me esperaba una muñeca al final del libro. Mirad que el tema en sí de cuadro “especial” ya se ha visto bastante, por ejemplo, me viene a la cabeza la peli Velvet Buzzsaw (2019); sin embargo, Samani hace magia al utilizar dos personajes para que conozcamos lo que sucede sin perdernos detalle, lo que hace que se sufra aún más por nuestra protagonista principal.

La semilla, de ochenta páginas, me dio pereza al principio, ya que enseguida me imaginé la escena de King como hombre planta, más que nada porque se nos muestra un pueblo donde unas plantas crecen a pasos agigantados destrozándolo todo a su paso. O sea, que ya me figuraba por dónde iban a ir los tiros, pero al final me enganché, tanto que los últimos capítulos me los leí a toda máquina porque tenía que bajar del metro y no quería quedarme a medias. Aunque el inicio cueste, merece la pena.

La muñeca nueva, de poco más de veinte páginas, nos narra la historia de Valeria y su muñeca nueva, de esas tan caras y delicadas, sí, de las que te ponen el vello de punta. Obviamente, si hay algún villano, ha de ser la muñeca, está claro, o sea, qué horror de juguete, en serio. Sufrí lo que no está escrito por la pobre niña y sus momentos de soledad, que no eran pocos, acompañada de ese ser del infierno. Pero vamos, que la madre no se queda corta, qué carácter. Sin duda, Valeria se ganó mi corazón. Y, por cierto, esta historia me recordó a El almohadón de plumas, de Quiroga.

En general, un libro regular, sin altibajos reseñables, con un estilo muy cuidado y que se deja llevar por las descripciones de paisajes. La autora alterna cada cuento con unas páginas sobre la historia principal, la de Eleonor y su abuela, finalizando con esta. Destaco, como gran punto a favor, que juegue con el miedo y la inquietud de formas tan diversas, ya que los cuentos son completamente distintos entre sí. En fin, solo puedo recomendároslo encarecidamente y esperar con ansia más terror de su parte. De momento, me conformaré con su participación en los retos de 5 líneas de Adella Brac.

Sobre la autora:

“Toda mi vida ha girado alrededor de dos pasiones, la naturaleza y la literatura. De pequeña, si no estaba viendo la sabana africana en algún documental, estaba leyendo.

Todo empezó con la colección Barco de Vapor. Títulos como El pirata Garrapata, Por arte de magia, Ari, Gran-Lobo-Salvaje, Fray Perico y su borrico… me iniciaron en la magia de la lectura sin que me diera cuenta.

Pasaron los años, y al tiempo que yo maduraba también lo hacía mi afición. Llegaron entonces La historia interminable de Michael Ende y La piedra lunar de Wilkie Collins, y mi destino quedaba unido a la literatura irremediablemente. Empecé entonces a crear mis primeras historias, y el bolígrafo y la libreta se convirtieron en mis compañeros inseparables. Poco después, al descubrir los inquietantes delirios de Edgar Allan Poe y los fantasmas de M. R. James, mi alma encontró un cómodo, oscuro e inquietante rincón donde habitar. Ahora, tras haber dedicado varios años a la naturaleza, he decidido centrarme completamente a esta otra faceta de mi vida.

Durante los últimos cinco años he sido la administradora del blog literario Un libro junto al fuego, donde intenté, a través de las opiniones que compartía, trasmitir las impresiones que me iban dejando mis lecturas. No pretendí crear reseñas profesionales, sino un lugar de encuentro entre lectores donde intercambiar opiniones y puntos de vista. Le estoy muy agradecida a ese blog porque, entre otras cosas, me descubrió el Reto 5 Líneas de la escritora Adella Brac, el cual contribuyó a acercarme a este punto en el que me encuentro. Además, varios de los microrrelatos que escribí para ese reto han seguido hablándome, reclamando su derecho a ir más allá de las cinco líneas y, en estos momentos, algunos de ellos están creciendo. En qué se conviertan, cuentos de hoguera de medianoche, novelas de pérfida inquietud o historias privadas, lo dirá el tiempo.

La caja vacía es mi primera novela, pero me quedan muchos lugares que explorar y muchos caminos que recorrer. Tengo el presentimiento de que la mayoría me llevarán por parajes oscuros, tumbas abiertas, bosques tenebrosos y casas encantadas, pero también sospecho que me encontraré con dragones, hadas y seres de magia olvidada. Por favor, siéntete libre de acompañarme en esta aventura siguiendo los pasos de aquellos que me han traído hasta aquí: Edgar Allan Poe, H. P. Lovecraft, Stephen King, Algernon Blackwood, Michael Ende, M. R. James, Úrsula K. Le Guin o Neil Gaiman.

Y, en todo caso, vigila los monstruos de la noche, no todos acechan desde el exterior.”

Extraído del siguiente enlace: Anabel Samani

Obra:

La caja vacía (2018)

El ojo de la cerradura (2019) Pincha aquí para leerlo

El mordisco de la medianoche (2020)

¿Qué os parece? ¿Os llama la atención? ¿Preferís leer novela o relatos de terror?

Puntuación 4,5/5