Haciendo espacio para mi biblioteca

 ¡Buenaaaas!

Hace mucho que no me paso por aquí, pero he estado bastante liada reformando mi habitación para aumentar su capacidad “librera”; así que esta entrada no es más que un repaso de mi nueva biblioteca.

Por cierto, gracias a la rapidez de Instagram, actualizo casi a diario mis lecturas y demás cosillas, con lo que, si también tenéis cuenta y os interesa, me podéis encontrar como la_biblioteca_de_rachel

Realmente me quedan dos baldas por colocar encima del escritorio, pero lo más grande ya lo he acabado, limpiado y organizado. La verdad es que me he tirado varias semanas con el tema, ya que tenía el típico mueble con armario, maleteros y estanterías que ocupaba casi toda la habitación.

Todo esto es lo que tenía en el mueble. Como veis, me ha venido 
de lujo para el "donoso escrutinio" 😆

Primero, como es lógico, me tuve que deshacer de él. Necesité tres días para desmontarlo y agruparlo en tablones, ya que así te lo piden desde el 010 (número para recogida de muebles de Madrid). Y otros cuatro días para que se llevaran todas las maderas… Imaginaos su envergadura.

Parte de una de mis historias de insta.

Segundo paso. Limpiar, sobre todo el moho de la pared que da a la calle, y pintar. Aquí la lie sin querer, pues me confundí de tono y usé clorofila en vez de pistacho… Sí, tengo la habitación a dos colores.

Tercer y último paso. Subir las nuevas maderas a casa y ponerme manos a la obra. No estaba segura de conseguirlo, pero ¿por qué no intentarlo? Así que nada, armada con el taladro, unos destornilladores, un nivel y un lápiz me puse a ello. Como podéis observar, no fue mal. Aun así, la desesperación fue parte importante de mi vida durante las seis horas que tardé en montar la estantería, menos mal que al final salió; eso sí, de los dos agujeros que tendría que tener en un lateral tiene ni más ni menos que seis… Por suerte, no se ven. Y no, nunca en mi vida había hecho nada parecido. Lo logré a base de tutoriales en Youtube y de preguntarle al señor de la tienda, que, sin duda, tuvo la paciencia de un santo.

Estoy muy orgullosa del resultado, y, sinceramente, me he venido muy arriba con el tema, tanto que estoy pensando en dibujar mi armario ideal, comprar las maderas y ponerme igual que con lo demás; no obstante, la dificultad es más que evidente. A ver qué pasa, que hasta que cobre en enero me quedan unas semanitas para reflexionar.

Mi mayor reto.

En fin, próximamente publicaré la reseña de El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes, que tengo empezada y que os confirmo que tendrá muy buena nota, además del famoso post sobre mejores lecturas del año. De este último no he escrito nada, pues todavía no sé qué elegir entre tantas maravillas disfrutadas este año.

¡Leed mucho!^^