jueves, 10 de julio de 2014

La mujer justa de Sándor Márai

“Fíjate en ese hombre. Espera, no mires ahora, gírate hacia mí, sigamos charlando. Si mirase hacia aquí podría verme y no quiero que me salude… Ahora sí, ya puedes mirar. ¿Ese bajito y rollizo del abrigo con cuello de garduña? No, qué dices. Es el alto y pálido, el del abrigo negro que está hablando con la dependienta rubia y delgada. Le están envolviendo naranja escarchada. Qué curioso, a mí nunca me compró naranja escarchada.”

La mujer justa. Salamandra


Título: La mujer justa (Az Igazi y Judith)

Autor: Sándor Márai

Fecha de publicación: 1941 (original en húngaro) y 2005 (en España)

Traducción: Agnes Csomos

ISBN: 9788478889372

Págs.: 415

Editorial: Salamandra




Sinopsis:

Una tarde, en una elegante cafetería de Budapest, una mujer relata a su amiga cómo un día, a raíz de un banal incidente, descubrió que su marido estaba entregado en cuerpo y alma a un amor secreto que lo consumía, y luego su vano intento por reconquistarlo. En la misma ciudad, una noche, el hombre que fue su marido confiesa a un amigo cómo dejó a su esposa por la mujer que deseaba desde años atrás, para después de casarse con ella perderla para siempre. Al alba, en una pequeña pensión romana, una mujer cuenta a su amante cómo ella, de origen humilde, se había casado con un hombre rico, pero el matrimonio había sucumbido al resentimiento y la venganza. 

Opinión:

Seguro que más de uno tiene una lista donde va apuntando todos los títulos que piensa leer alguna vez en su vida. Listas interminables con libros de lo más variopintos…, y, como no podía ser de otra manera, yo también tengo una, en la cual apunté hace mucho, ni se sabe cuándo, una obra de Sándor Márai, y no, no era La mujer justa sino Los rebeldes –su primera novela-. Pero, por circunstancias de la vida, hace unas semanas, acabó entre mis manos esta novelita, y la jodía tuvo suerte porque soy de esas que pueden tardar tranquilamente AÑOS en decidirse a leer un libro... Y seguro que no soy la única a la que le pasa esto ¡eh! Sí, me refiero a ti, sonrojado lector, coleccionista de libros que sabe perfectamente que no tiene más espacio en sus estantes pero sigue sin querer asumirlo. Dejando a los pobres hasta en el suelo del baño ¡Ay! ¡Qué pena no tener una casa más grande! ¿No? Lo sé, no estáis solos. En fin, vayamos a lo que nos concierne hoy: La mujer justa, del increíble escritor húngaro, Sándor Márai.

Bien, lo primero, y más importante, es deciros que es la primera vez que leo a este escritor, y, por lo que he sentido, no creo que me pueda resistir a no leerlo de nuevo. Eso sí, no es para todos, ya que lo que algunos consideran un acierto para otros es el motivo principal de rechazo. Me explico. La obra cuenta con tres partes en las cuales tenemos a un protagonista partícipe de una misma historia de amor, pero, evidentemente, contado desde su perspectiva. Es decir, en el primer capítulo, nuestra narradora, Marika, le cuenta a una amiga toda la odisea de su matrimonio fallido; en la segunda, Péter es la voz que, desde su punto de vista, explica a un conocido qué le sucedió con su primer y segundo matrimonio; y en la tercera parte, Judit, la segunda mujer de Péter, le muestra su pasado a su nuevo amante en la hermosa Roma. El acierto o fallo -según el criterio del lector- es la presentación en forma de monólogo de las tres partes que convergen en una sola historia romántica. Ya sabemos que no todos aguantamos una novela con un porcentaje tan ínfimo de diálogos. Por suerte, soy de esas que disfrutan tanto o más con pocos diálogos, mientras tenga sustancia va bien =)

Sí que es cierto que, como he leído en algunas reseñas, a primera vista y con esta presentación, uno puede pensar fácilmente que es un culebrón romántico sin más, pero no ¡ERROR! Márai sabe lo que hace y consigue profundizar en sus tres protagonistas dontándolos de carácter y, por ende, de vida propia. No se parecen entre sí, cada uno tiene sus propias manías e ideales, y aunque sea la historia de amor el pegamento que sustenta los tres monólogos, no es más que la base en la que se asientan las verdaderas circunstancias que hacen de la novela una experiencia inolvidable. En serio, me enganchó desde la primera página gracias, entre otras, al hecho de que el lector se transforma en esa amiga, conocido o amante de cada protagonista, haciéndonos partícipes de los hechos.

Resumiendo, ¿lo recomiendo? Sí, creo que es un libro que merece ser leído y que no olvidarás fácilmente.

Algunas citas:

“No es cierto que el sufrimiento nos purifique y nos haga mejores, más sabios y comprensivos. Nos vuelve demasiado lúcidos, fríos e indiferentes.”

“Ayer ansiabas venganza, o quizá redención, querías que llamara, que te necesitara desesperadamente o que lo encerraran en la cárcel y lo ejecutaran. ¿Sabes?, mientras sientas eso, el otro se sentirá feliz y se mantendrá alejado. Aún tiene poder sobre ti. Mientras clames venganza,  el otro se frotará las manos porque la venganza es un deseo, una especie de yugo. Pero llega un día en que despiertas, te frotas los ojos, bostezas y, de pronto, te das cuenta de que ya no quieres nada. Ni siquiera te inmutas cuando lo ves por la calle. Si llama por teléfono respondes, como debe ser. Si quiere verte, y la cita es inevitable, bueno, adelante. Y todo eso lo haces con ánimo tranquilo y sincero, ¿sabes? Ya no queda nada del dolor, de la convulsión, del delirio. ¿Qué ha pasado? No lo comprendes. ¿Ya no anhelas venganza?... Y entonces te das cuenta de que ésa es la verdadera venganza, la única, la perfecta.”

“Hace falta mucho valor para dejarse amar sin reservas. Un valor que es casi heroísmo. La mayoría de la gente no puede  dar ni recibir amor porque es cobarde y orgullosa, porque tiene miedo al fracaso. Le da vergüenza entregarse a otra persona y más aún rendirse a ella porque teme que descubra su secreto… el triste secreto de cada ser humano: que necesita mucha ternura, que no puede vivir sin amor.”

“Un día me di cuenta de que en realidad yo no ponía nada en mis lecturas. Leía como el que se encuentra en una ciudad extranjera y por pasar el rato se refugia en un museo cualquiera a contemplar con una educada indiferencia los objetos expuestos. Casi leía por sentido del deber: ha salido un libro nuevo que está en boca de todos, hay que leerlo. O bien: esta obra clásica aún no la he leído, por lo tanto, mi cultura resulta incompleta y siento la necesidad de llenar esa laguna, así que voy a dedicar una hora por la mañana y otra por la noche a leerla. Ésa era mi forma de leer… Hubo un tiempo en que la lectura era para mí una auténtica experiencia, el corazón me brincaba dentro del pecho cuando tomaba entre mis manos la última obra de un autor conocido, el nuevo libro era como un encuentro, una compañía peligrosa de la que podían surgir emociones gratificantes, pero también consecuencias dolorosas e inquietantes.”

“¿Sabes?, en la historia entre dos personas llega un momento en que ya no merece la pena sentir rencor. Y entonces te invade la tristeza.”

Sobre el autor:

Sándor Márai nació el año 1900 en Kassa, una pequeña ciudad húngara que hoy pertenece a Eslovaquia. Pasó un periodo de exilio voluntario en Alemania y Francia durante el régimen de Horthy en los años veinte, hasta que abandonó definitivamente su país en 1948 con la llegada del régimen comunista y emigró a los EEUU. La subsiguiente prohibición de su obra en Hungría hizo caer en el olvido a quien en ese momento estaba considerado uno de los escritores más importantes de la literatura centroeuropea. Así, habría que esperar varios decenios, hasta el ocaso del comunismo, para que este extraordinario escritor fuese descubierto en su país y en el mundo entero. Sándor Márai se quitó la vida en 1989 en San Diego, California, pocos meses antes de la caída del muro de Berlín. En 1951, la editorial Nausica publicó en castellano las dos primeras partes de La mujer justa con el título La verdadera.

Publicados en España:
Los rebeldes (1930)
Confesiones de un burgués (1934)
La extraña (1934)
Divorcio en Buda (1935)
La herencia de Eszter (1939)
La amante de Bolzano (1940)
La mujer justa (1941)
A la luz de los candelabros (1942)
La gaviota (1943)
Liberación (1945)
La hermana (1946)
Música en Florencia (1951)
¡Tierra, tierra! (1972)
Diarios: 1984-1989 (1984-1989)
Para ver toda su obra click aquí


Puntuación 4,5/5

3 comentarios:

  1. Ostras por la sinopsis y el principio de la entrada también pensé que era una novela romántica, pero por lo que dices es profunda, vaya que cala en la psicología de los personajes. Oye pues podría estar bien. Me podría gustar, me gustan los libros que analizan la esencia humana.
    Un beso.

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  2. Mari Carmen12/8/14, 11:36

    Yo soy una devoradora de todos los libros que pillo de Sándor Márai, por suerte puedo leerlos también en francés, idioma en el cual se han traducido obras que aún no encuentro en español. La mujer justa me atrapó desde las primeras líneas.
    Actualmente estoy leyendo Les étrangers, parece un poco autobiográfico porque narra las sensaciones de un joven húngaro en París. Por ahora estoy disfrutando y si conoces París resulta fácil situarte físicamente. Pero lo que de verdad quiere transmitir es cómo se siente un extranjero cuando llega por primera vez a una ciudad como París pero no como un turista, sino para seguramente quedarse a vivir.
    En fin aunque en vida no pudiera disfrutar mucho de su éxito, cada día de mi vida, desde que leí El último encuentro le agradezco su sensibilidad, su magia, su inteligencia, ... Seguro que le llega.

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  3. ¡Buenas! Todavía no he ido a París pero me encantaría visitarlo, de todas maneras, me apunto el título. Gracias por pasarte.
    ¡Un saludo!

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