“Fíjate en ese hombre. Espera, no mires
ahora, gírate hacia mí, sigamos charlando. Si mirase hacia aquí podría verme y
no quiero que me salude… Ahora sí, ya puedes mirar. ¿Ese bajito y rollizo del
abrigo con cuello de garduña? No, qué dices. Es el alto y pálido, el del abrigo
negro que está hablando con la dependienta rubia y delgada. Le están
envolviendo naranja escarchada. Qué curioso, a mí nunca me compró naranja
escarchada.”
Autor: Sándor
Márai
Fecha de publicación: 1941 (original en húngaro) y 2005 (en España)
Traducción: Agnes Csomos
ISBN: 9788478889372
Págs.: 415
Editorial: Salamandra
Sinopsis:
Una
tarde, en una elegante cafetería de Budapest, una mujer relata a su amiga cómo
un día, a raíz de un banal incidente, descubrió que su marido estaba entregado
en cuerpo y alma a un amor secreto que lo consumía, y luego su vano intento por
reconquistarlo. En la misma ciudad, una noche, el hombre que fue su marido
confiesa a un amigo cómo dejó a su esposa por la mujer que deseaba desde años
atrás, para después de casarse con ella perderla para siempre. Al alba, en una
pequeña pensión romana, una mujer cuenta a su amante cómo ella, de origen
humilde, se había casado con un hombre rico, pero el matrimonio había sucumbido
al resentimiento y la venganza.
Opinión:
Seguro
que más de uno tiene una lista donde va apuntando todos los títulos que piensa
leer alguna vez en su vida. Listas interminables con libros de lo más
variopintos…, y, como no podía ser de otra manera, yo también tengo una, en la cual
apunté hace mucho, ni se sabe cuándo, una obra de Sándor Márai, y no, no era La mujer justa sino Los rebeldes –su primera novela-. Pero, por circunstancias de la
vida, hace unas semanas, acabó entre mis manos esta novelita, y la jodía tuvo
suerte porque soy de esas que pueden tardar tranquilamente AÑOS en decidirse a
leer un libro... Y seguro que no soy la única a la que le pasa esto
¡eh! Sí, me refiero a ti, sonrojado lector, coleccionista de libros que sabe
perfectamente que no tiene más espacio en sus estantes pero sigue sin querer
asumirlo. Dejando a los pobres hasta en el suelo del baño ¡Ay! ¡Qué pena no
tener una casa más grande! ¿No? Lo sé, no estáis solos. En fin, vayamos a lo
que nos concierne hoy: La mujer justa,
del increíble escritor húngaro, Sándor Márai.
Bien,
lo primero, y más importante, es deciros que es la primera vez que leo a este
escritor, y, por lo que he sentido, no creo que me pueda resistir a no leerlo de nuevo. Eso sí, no es para todos, ya que lo que algunos consideran un acierto para otros es el
motivo principal de rechazo. Me explico. La obra cuenta con tres partes en las
cuales tenemos a un protagonista partícipe de una misma historia de amor,
pero, evidentemente, contado desde su perspectiva. Es decir, en el primer
capítulo, nuestra narradora, Marika, le cuenta a una amiga toda la odisea de su
matrimonio fallido; en la segunda, Péter es la voz que, desde su punto de
vista, explica a un conocido qué le sucedió con su primer y segundo matrimonio; y
en la tercera parte, Judit, la segunda mujer de Péter, le muestra su pasado a su
nuevo amante en la hermosa Roma. El acierto o fallo -según el criterio del lector- es la presentación en forma de monólogo de las tres partes que convergen en una
sola historia romántica. Ya sabemos que no todos aguantamos una novela con un
porcentaje tan ínfimo de diálogos. Por suerte, soy de esas que disfrutan tanto
o más con pocos diálogos, mientras tenga sustancia va bien =)
Sí que
es cierto que, como he leído en algunas reseñas, a primera vista y con esta
presentación, uno puede pensar fácilmente que es un culebrón romántico sin más, pero no ¡ERROR! Márai sabe lo que hace y consigue profundizar en sus tres
protagonistas dontándolos de carácter y, por ende, de vida propia. No se parecen entre sí, cada uno tiene sus propias manías e ideales, y aunque sea
la historia de amor el pegamento que sustenta los tres monólogos, no es más que
la base en la que se asientan las verdaderas circunstancias que hacen de la
novela una experiencia inolvidable. En serio, me enganchó desde la primera
página gracias, entre otras, al hecho de que el lector se transforma en esa
amiga, conocido o amante de cada protagonista, haciéndonos partícipes de los hechos.
Resumiendo,
¿lo recomiendo? Sí, creo que es un libro que merece ser leído y que no
olvidarás fácilmente.
Algunas
citas:
“No es cierto que el sufrimiento nos
purifique y nos haga mejores, más sabios y comprensivos. Nos vuelve demasiado
lúcidos, fríos e indiferentes.”
“Ayer ansiabas venganza, o quizá redención,
querías que llamara, que te necesitara desesperadamente o que lo encerraran en
la cárcel y lo ejecutaran. ¿Sabes?, mientras sientas eso, el otro se sentirá
feliz y se mantendrá alejado. Aún tiene poder sobre ti. Mientras clames
venganza, el otro se frotará las manos
porque la venganza es un deseo, una especie de yugo. Pero llega un día en que
despiertas, te frotas los ojos, bostezas y, de pronto, te das cuenta de que ya
no quieres nada. Ni siquiera te inmutas cuando lo ves por la calle. Si llama
por teléfono respondes, como debe ser. Si quiere verte, y la cita es
inevitable, bueno, adelante. Y todo eso lo haces con ánimo tranquilo y sincero,
¿sabes? Ya no queda nada del dolor, de la convulsión, del delirio. ¿Qué ha
pasado? No lo comprendes. ¿Ya no anhelas venganza?... Y entonces te das cuenta
de que ésa es la verdadera venganza, la única, la perfecta.”
“Hace falta mucho valor para dejarse amar sin
reservas. Un valor que es casi heroísmo. La mayoría de la gente no puede dar ni recibir amor porque es cobarde y
orgullosa, porque tiene miedo al fracaso. Le da vergüenza entregarse a otra
persona y más aún rendirse a ella porque teme que descubra su secreto… el
triste secreto de cada ser humano: que necesita mucha ternura, que no puede
vivir sin amor.”
“Un día me di cuenta de que en realidad yo no
ponía nada en mis lecturas. Leía como el que se encuentra en una ciudad
extranjera y por pasar el rato se refugia en un museo cualquiera a contemplar
con una educada indiferencia los objetos expuestos. Casi leía por sentido del
deber: ha salido un libro nuevo que está en boca de todos, hay que leerlo. O
bien: esta obra clásica aún no la he leído, por lo tanto, mi cultura resulta
incompleta y siento la necesidad de llenar esa laguna, así que voy a dedicar
una hora por la mañana y otra por la noche a leerla. Ésa era mi forma de leer…
Hubo un tiempo en que la lectura era para mí una auténtica experiencia, el
corazón me brincaba dentro del pecho cuando tomaba entre mis manos la última
obra de un autor conocido, el nuevo libro era como un encuentro, una compañía
peligrosa de la que podían surgir emociones gratificantes, pero también
consecuencias dolorosas e inquietantes.”
“¿Sabes?, en la historia entre dos personas
llega un momento en que ya no merece la pena sentir rencor. Y entonces te
invade la tristeza.”
Sobre el autor:
Sándor
Márai nació el año 1900 en Kassa, una pequeña ciudad húngara que hoy pertenece
a Eslovaquia. Pasó un periodo de exilio voluntario en Alemania y Francia
durante el régimen de Horthy en los años veinte, hasta que abandonó
definitivamente su país en 1948 con la llegada del régimen comunista y emigró a
los EEUU. La subsiguiente prohibición de su obra en Hungría hizo caer en el
olvido a quien en ese momento estaba considerado uno de los escritores más
importantes de la literatura centroeuropea. Así, habría que esperar varios
decenios, hasta el ocaso del comunismo, para que este extraordinario escritor
fuese descubierto en su país y en el mundo entero. Sándor Márai se quitó la
vida en 1989 en San Diego, California, pocos meses antes de la caída del muro
de Berlín. En 1951, la editorial Nausica publicó en castellano las dos primeras
partes de La mujer justa con el
título La verdadera.
Publicados en España:
Los rebeldes (1930)
Confesiones de un burgués (1934)
La extraña
(1934)
Divorcio en Buda (1935)
La herencia de Eszter (1939)
La amante de Bolzano (1940)
La mujer justa (1941)
A la luz de los candelabros (1942)
La gaviota
(1943)
Liberación
(1945)
La hermana
(1946)
Música en Florencia (1951)
¡Tierra, tierra! (1972)
Diarios: 1984-1989 (1984-1989)
Para
ver toda su obra click aquí
Puntuación 4,5/5
Ostras por la sinopsis y el principio de la entrada también pensé que era una novela romántica, pero por lo que dices es profunda, vaya que cala en la psicología de los personajes. Oye pues podría estar bien. Me podría gustar, me gustan los libros que analizan la esencia humana.
ResponderEliminarUn beso.
Yo soy una devoradora de todos los libros que pillo de Sándor Márai, por suerte puedo leerlos también en francés, idioma en el cual se han traducido obras que aún no encuentro en español. La mujer justa me atrapó desde las primeras líneas.
ResponderEliminarActualmente estoy leyendo Les étrangers, parece un poco autobiográfico porque narra las sensaciones de un joven húngaro en París. Por ahora estoy disfrutando y si conoces París resulta fácil situarte físicamente. Pero lo que de verdad quiere transmitir es cómo se siente un extranjero cuando llega por primera vez a una ciudad como París pero no como un turista, sino para seguramente quedarse a vivir.
En fin aunque en vida no pudiera disfrutar mucho de su éxito, cada día de mi vida, desde que leí El último encuentro le agradezco su sensibilidad, su magia, su inteligencia, ... Seguro que le llega.
¡Buenas! Todavía no he ido a París pero me encantaría visitarlo, de todas maneras, me apunto el título. Gracias por pasarte.
ResponderEliminar¡Un saludo!