¡Buenaaaas!
Volvemos un lunes más con otro
capítulo comentado sobre Harry Potter y
el prisionero de Azkaban: capítulo
XV La final de quidditch.
Noticias malas y
noticias buenas
Empezamos el capítulo con la
triste noticia del final del anterior: Buckbeak
será sacrificado. Y, para colmo, nuestros tres protagonistas no pueden ir a
la cabaña de Hagrid para consolarle ya que la seguridad ha aumentado otro nivel
por la pillada de Ron a Sirius. Así que tienen que esperar hasta la hora de
Cuidado de Criaturas Mágicas para darle un gran abrazo. El caso es que, durante
la clase, Hagrid no puede evitar llorar desconsolado, y, para mi sorpresa,
Draco y su séquito se parten en su cara. Ya sé que es un capullo, pero pensaba
que por lo menos tendría un mínimo de decencia… En fin, lo bueno, realmente
bueno, de este triste momento es el tan
merecidísimo puñetazo que Hermione le da a Malfoy. Oh, my god!!! No me diréis que no lo estabais deseando, porque yo
sí. En serio, hace lo que todos, como lectores sufridos que somos, hubiéramos
querido y deseado hacer. ¡Qué gustazo! Ya es hora de que se le bajen un poquito
los humos a este chaval.
¡Ah!, otro notición importante: ¡Ron y Hermione se han reconciliado!
Parece que las cosas vuelven a su cauce. Ya solo falta que el partido de
Gryffindor contra Slytherin vaya viento en popa.
Clase con la profesora Trelawney
Después de este momentazo, sus
vidas deben continuar, es decir, clase de Adivinación con la profesora
Trelawney, puesto que las dos anteriores han sido todo un misterio para
Hermione, quien se ha quedado sopa en la torre Gryffindor, algo inaudito para
una persona tan responsable como ella, ¿tanto trabajo tiene?
Hoy les toca comenzar con la bola
de cristal, visto que según los hados va a caer en el próximo examen, o eso le
han dicho a la profe. Vale, es normal que con comentarios así a Hermione se le
escape algún chiste tonto, a sabiendas de que Trelawney es la única encargada
de redactar esos exámenes. De todas maneras, me flipa el desprecio y las
risitas generales que hay en el aula, no entiendo cómo es posible que en un
mundo de magos con, obviamente, magia real, tengan tantos prejuicios. Sin duda,
a mí me molaría tener el don de ver más allá en las bolas de cristal y en los
posos del té. Además, la profesora tenía
razón: un alumno les dejaría en Semana Santa. Hermione abandona la asignatura y
no de la mejor manera. En serio, algo gordo le ocurre, pues por mucho que
le parezca una tontería, no es de esas personas que dejen algo a medias y
faltando al respeto a un adulto.
El esperado partido de quidditch: Gryffindor contra Slytherin
Durante las vacaciones de Semana
Santa, nuestros protagonistas no paran: Hermione con sus miles de trabajos de
sus miles de asignaturas, Ron con sus estudios y su intento de salvar a Buckbeak
y Harry con sus deberes y sus duros entrenamientos para machacar a Slytherin.
Pero llega la hora de la verdad, el primer sábado después de las vacaciones
será el gran y esperado partido, y Harry está de los nervios ya que
Slytherin les saca 200 puntos y, por lo tanto, no debe hacerse con la snitch
dorada de 50 puntos hasta que su equipo haya marcado un mínimo de 150, o
perderán la copa. Ya sabéis, sin presión (sobre todo de Wood, el capitán) esto
no sería lo mismo.
La noche antes del partido,
Harry, al igual que todos, está muy nervioso, tanto que no puede dormir
tranquilo y se pasa la noche de pesadilla en pesadilla, hasta que en un momento
dado se despierta a por un vaso de agua y ve, a través del cristal de la ventana,
a Crookshanks, el gato de Hermione, junto a un lobo negro enorme. Por
desgracia, cuando consigue despertar a Ron para asegurarse de que no son
imaginaciones suyas, éstos han desaparecido, ¿sueño o realidad? ¿El Grim?
El partido comienza, el equipo de
Gryffindor es el de siempre, en cambio el de Slytherin lo forman unos tiarrones
enormes y Draco como buscador con su Nimbus 2001. La tensión está ahí desde el
minuto uno y las trampas con sus consiguientes empujones y placajes varios de
la mano de Slytherin, cómo no. Estrés puro y duro, y un malvado Malfoy que se
la lía a Potter cuando va a capturar la snitch, por suerte es más rápido y en
el último intento se hace con ella. Gryffindor
gana la Copa. Todos lloran de emoción. Por fin un final feliz.
Espero que os haya gustado =)
¡Leed mucho!^^
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