lunes, 5 de febrero de 2018

"Proyecto Potter" y el prisionero de Azkaban: capítulo XV Hermione, la auténtica Wonderwoman

¡Buenaaaas!

Volvemos un lunes más con otro capítulo comentado sobre Harry Potter y el prisionero de Azkaban: capítulo XV La final de quidditch.



Noticias malas y noticias buenas

Empezamos el capítulo con la triste noticia del final del anterior: Buckbeak será sacrificado. Y, para colmo, nuestros tres protagonistas no pueden ir a la cabaña de Hagrid para consolarle ya que la seguridad ha aumentado otro nivel por la pillada de Ron a Sirius. Así que tienen que esperar hasta la hora de Cuidado de Criaturas Mágicas para darle un gran abrazo. El caso es que, durante la clase, Hagrid no puede evitar llorar desconsolado, y, para mi sorpresa, Draco y su séquito se parten en su cara. Ya sé que es un capullo, pero pensaba que por lo menos tendría un mínimo de decencia… En fin, lo bueno, realmente bueno, de este triste momento es el tan merecidísimo puñetazo que Hermione le da a Malfoy. Oh, my god!!! No me diréis que no lo estabais deseando, porque yo sí. En serio, hace lo que todos, como lectores sufridos que somos, hubiéramos querido y deseado hacer. ¡Qué gustazo! Ya es hora de que se le bajen un poquito los humos a este chaval.


¡Ah!, otro notición importante: ¡Ron y Hermione se han reconciliado! Parece que las cosas vuelven a su cauce. Ya solo falta que el partido de Gryffindor contra Slytherin vaya viento en popa.

Clase con la profesora Trelawney

Después de este momentazo, sus vidas deben continuar, es decir, clase de Adivinación con la profesora Trelawney, puesto que las dos anteriores han sido todo un misterio para Hermione, quien se ha quedado sopa en la torre Gryffindor, algo inaudito para una persona tan responsable como ella, ¿tanto trabajo tiene?

Hoy les toca comenzar con la bola de cristal, visto que según los hados va a caer en el próximo examen, o eso le han dicho a la profe. Vale, es normal que con comentarios así a Hermione se le escape algún chiste tonto, a sabiendas de que Trelawney es la única encargada de redactar esos exámenes. De todas maneras, me flipa el desprecio y las risitas generales que hay en el aula, no entiendo cómo es posible que en un mundo de magos con, obviamente, magia real, tengan tantos prejuicios. Sin duda, a mí me molaría tener el don de ver más allá en las bolas de cristal y en los posos del té. Además, la profesora tenía razón: un alumno les dejaría en Semana Santa. Hermione abandona la asignatura y no de la mejor manera. En serio, algo gordo le ocurre, pues por mucho que le parezca una tontería, no es de esas personas que dejen algo a medias y faltando al respeto a un adulto.

El esperado partido de quidditch: Gryffindor contra Slytherin

Durante las vacaciones de Semana Santa, nuestros protagonistas no paran: Hermione con sus miles de trabajos de sus miles de asignaturas, Ron con sus estudios y su intento de salvar a Buckbeak y Harry con sus deberes y sus duros entrenamientos para machacar a Slytherin.

Pero llega la hora de la verdad, el primer sábado después de las vacaciones será el gran y esperado partido, y Harry está de los nervios ya que Slytherin les saca 200 puntos y, por lo tanto, no debe hacerse con la snitch dorada de 50 puntos hasta que su equipo haya marcado un mínimo de 150, o perderán la copa. Ya sabéis, sin presión (sobre todo de Wood, el capitán) esto no sería lo mismo.

La noche antes del partido, Harry, al igual que todos, está muy nervioso, tanto que no puede dormir tranquilo y se pasa la noche de pesadilla en pesadilla, hasta que en un momento dado se despierta a por un vaso de agua y ve, a través del cristal de la ventana, a Crookshanks, el gato de Hermione, junto a un lobo negro enorme. Por desgracia, cuando consigue despertar a Ron para asegurarse de que no son imaginaciones suyas, éstos han desaparecido, ¿sueño o realidad? ¿El Grim?

El partido comienza, el equipo de Gryffindor es el de siempre, en cambio el de Slytherin lo forman unos tiarrones enormes y Draco como buscador con su Nimbus 2001. La tensión está ahí desde el minuto uno y las trampas con sus consiguientes empujones y placajes varios de la mano de Slytherin, cómo no. Estrés puro y duro, y un malvado Malfoy que se la lía a Potter cuando va a capturar la snitch, por suerte es más rápido y en el último intento se hace con ella. Gryffindor gana la Copa. Todos lloran de emoción. Por fin un final feliz.


Espero que os haya gustado =)
¡Leed mucho!^^


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