Musas, mecenas y amantes. Mujeres en torno al surrealismo, de Victoria Combalía

“Quisiera empezar por una pequeña provocación: no hagan caso del título, es bonito y pegadizo, pero el libro quiere ser algo menos y algo más de lo que éste anuncia.”

Musas, mecenas y amantes. Elba.

Título: Musas, mecenas y amantes. Mujeres en torno al surrealismo

Autora: Victoria Combalía

Fecha de publicación: 2016 (original en castellano)

ISBN: 9788494366680

Págs.: 167

Editorial: Elba

Sinopsis:

¿Qué tienen en común estas seis mujeres, aparte de haber vivido en un mundo y una época extraordinarios? ¿Qué hay detrás de la imagen sofisticada de Nancy Cunard, del gesto alocado y provocador de Kiki de Montparnasse o de la mirada penetrante de Joyce Mansour? Se las conoce más como acompañantes de los protagonistas masculinos de su tiempo –Man Ray, Max Ernst, Samuel Beckett, André Breton, T. S. Eliot o Jean Cocteau, entre otros- que por sus propias obras. Sin embargo, fueron mucho más que un nombre en un pie de foto o una cara hermosa que adornaba las fiestas y los salones literarios. Alentaron y promocionaron a escritores aún desconocidos, impulsaron la obra de artistas emergentes, algunas eran escritoras y pintoras por derecho propio y las que tenían fortuna la gastaron en financiar la obra de sus amantes, amigos y protegidos. Todas ellas fueron musas a la manera clásica, inspiradoras de artistas y escritores, pero fueron también las primeras musas de la modernidad debido a su papel activo y relevante en el movimiento surrealista, uno de los puntos de inflexión en la historia del arte del siglo XX.

Opinión:

¡Bueeenas!

En Semana Santa, aproveché para irme con una amiga a Bilbao. Era la primera vez que viajaba por el norte de España, así que no paramos durante los cuatro días que estuvimos allí, y, obviamente, la visita al Guggenheim fue obligatoria. Toda una mañana, más de cuatro horas de andanza maravillosa. De verdad, si tenéis la oportunidad, pasaos porque merece la pena. Total, que al final del recorrido, como en todo museo y/o monumento histórico, nos esperaba la tienda de regalos, con lo que fuimos directas a la zona de libros donde encontré dos lecturas geniales: Antología poética (1927-1986), de Henri Michaux, y Musas, mecenas y amantes, de Victoria Combalía, escritora y estudiosa del arte que nos trae este pequeño e interesante ensayo sobre el surrealismo.

Museo Guggenheim (Bilbao).

Como indica el título, Combalía nos muestra una serie de mujeres que vivieron la época surrealista -da comienzo con el Manifiesto surrealista escrito por Breton en 1924-, rodeadas de hombres creativos y muy reconocidos hoy en día como Samuel Beckett, André Breton, T. S. Eliot o Jean Cocteau. Pero, ¿por qué fijarse en ellas si los que han pasado a la historia de forma más relevante son ellos? Veréis, estas seis mujeres jugaron un papel crucial en el arte, cada una a su manera, ya sea como mecenas o amante del arte en toda su extensión. Fueron creadoras, además de ayudar a infinidad de artistas. Aun así, sí que hay nombres que ya me sonaban como Kiki de Montparnasse o Nancy Cunard, pero no del mismo modo que Breton o T. S. Eliot. En definitiva, creo que es un libro genial para conocer la “otra mitad” del movimiento, así que si os llama el surrealismo o, simplemente, queréis descubrir mujeres tan influyentes como notables, ya sabéis, seguid leyendo.

La primera de la lista es Valentine Hugo (1887-1968) se dedicó a la pintura y a la escenografía, además de formar parte de un selecto grupo de artistas. Era una mujer inteligente e independiente:

“Valentine y Charles se comprometieron, y el suyo fue un noviazgo volcado en la vida social, pero también, si hemos de hacer caso a la pintora, enteramente aburrido. No llegaron a casarse porque Valentine creyó que él la alejaba de su grupo de intelectuales, un gesto valiente para la época y para ella misma, que no disponía de muchos medios económicos. […] «Prefiero retomar mi libertad […]  Qué me importa si mi libertad me obliga a vivir más modestamente. Soy tan rica en amistades y puedo dar tanto de mí misma que esto bien vale una fortuna».”

Nancy Cunard (1896-1965), una gran activista política de izquierdas que luchó por los derechos civiles de los negros y el antifascismo, poetisa, editora, periodista…, una mujer intensa y que sabía lo que quería. En 1931, publicó Negro, un libro de 885 páginas en el que incluyó recortes de prensa y relatos reales de esclavos negros para denunciar la segregación racial en EEUU. Durante la II Guerra Mundial se perdieron muchísimas copias, por lo que hoy es objeto de culto.

“En esta etapa de la posguerra es cuando la ayuda de Nancy Cunard fue más efectiva: salvó a muchos republicanos haciéndolos entrar clandestinamente en Francia y ayudándolos para que pudieran viajar a Centroamérica, un lugar seguro que acogió a numerosos escritores y artistas antifascistas.”

Peggy Guggenheim (1898-1979) fue una mujer inmensamente rica, que gastó su dinero en conseguir una increíble colección de arte, al mismo tiempo que mantuvo a André Breton durante su exilio a EEUU debido a la II G. M. y descubrió el talento de Jackson Pollock. Es recordada como coleccionista, directora de galerías de arte y acérrima defensora del vanguardismo del siglo XX:

“Cuando uno dedica toda una vida a crear una colección, al envejecer le resulta inevitable pensar a quién la dejará. La ciudad de Venecia fue la primera opción, pero abrumada como siempre por la burocracia y la defensa de su patrimonio antiguo, la ciudad rechazo la oferta, a pesar de que su valor estimado era de cuarenta millones de dólares y numerosos museos del mundo entero se la disputaban. Peggy se dejó querer hasta que la ocasión se presentó cuando su colección se mostró en el Guggenheim Museum de Nueva York, creado por su tío.”

Kiki de Montparnasse (1901-1953) fue la única realmente pobre de este libro, por lo que tuvo que sobrevivir gran parte de su vida, mientras arrastraba problemas con el alcohol desde bien pequeña, debido a que su padre la llevaba a los bares donde se bebía los culos de los vasos para luego subirse a alguna mesa y actuar. Una luchadora, una musa y una amante, pues, como podéis leer, la labor de mecenas era impensable con su casi nulo poder adquisitivo:

“Para poder comer ejerció de vendedora de sellos ambulante e incluso tuvo que enseñar los pechos en un callejón. Seguía posando para artistas que la invitaban a sardinas, a un poco de paté o a un té caliente.”

Marie-Laure de Noailles (1902-1970) provenía de una familia rica y famosa, pues su abuela inspiró el personaje de Oriane de Guermantes en la obra de Proust, En busca del tiempo perdido. Esta musa, Laure-Marie Charlotte, antes de casarse, tenía el apellido De Sade, y no por casualidad. Pero centrándonos en su nieta, Marie-Laure, fue conocida principalmente por financiar, junto con su marido Charles, la película de Buñuel, L´âge d´or, y por ser la amante del pintor canario Óscar Domínguez. Por suerte, Combalía nos hace un repaso de toda su trayectoria en la que la originalidad y las fiestas priman, es decir, gracias a ella y a su marido, todo este gran grupo de intelectuales se reunía y disfrutaba de interesantes conversaciones, deliciosos manjares y mucho alcohol. Marie-Laure representaba ese punto de encuentro:

“Marie-Laure inventó su serie de fabulosos bailes de disfraces. Era tan moderna que resultaba impensable que sugiriera temas convencionales. El primero fue el llamado Baile de los Materiales, al que se rogaba que los asistentes acudieran vestidos con lo que quisieran menos con telas. Se pudieron ver vestidos de papel, de vegetales, de plumas, de cuero…”

Joyce Mansour (1928-1986) fue una poetisa surrealista de lo más cruda. Elegante y misteriosa, que mantuvo durante diez años una gran relación con André Breton. Actuó como musa y creadora de violentos versos sobre la muerte:

“Es evidente que la muerte de una madre en plena adolescencia es un hecho traumático; no obstante, éste fue el primero de la serie de fatídicos sucesos que hicieron que Joyce se obsesionara con la muerte, hasta el punto de sentirse acosada por ella. De alguna manera, su poesía se convirtió en un exorcismo contra aquella posible amenaza, en un grito violento de repulsa, de ira y de rebelión contra ella.”

He abierto tu cabeza

Para leer tus pensamientos.

He mordido tus ojos

Para probar tu vista.

He bebido tu sangre

Para conocer tu deseo.

Y de tu cuerpo tembloroso

He hecho mi alimento.

Lo que acabáis de leer es un pequeño aliciente para que devoréis Musas, mecenas y amantes, luego es un libro cortito que reúne mucha información interesante sobre estas mujeres y el movimiento surrealista del Vanguardismo. A pesar de ser un ensayo, su lectura no resulta tediosa, ya que Combalía escribe con gracia, es amena y no incluye una barbaridad de apuntes, aunque sí que es verdad que si no os suenan nombres como Dalí, Buñuel, Breton, Man Ray o Max Ernst, es mejor que os dejéis el móvil al lado para consultillas rápidas…, a mí me tocó buscar algún nombre y algunas referencias sobre cine y pintura.

En conclusión, es una obra que os puede gustar si os llama la atención este movimiento, aprender más sobre mujeres empoderadas de la historia o el salseo artístico –soy una cotilla absoluta-.

Sobre la autora:

Victoria Combalía Dexeus nació en Barcelona en 1952. Cursó Historia del Arte en la Universidad Autónoma de Barcelona. Su tesis de Licenciatura, en 1974, se convirtió en el pequeño libro, hoy referencia obligada, La poética de lo neutro. Análisis y crítica del arte conceptual. En 1975 se fue a ampliar estudios a París, en la Ecole Pratique de Hautes Etudes. Fue alumna de Svetan Todorov, de Julia Kristeva, y oyente de Michel Foucault. Desde 1974 es profesora de Arte Contemporáneo en la Universidad de Barcelona; Profesora titular desde 1983. Desde octubre 2013 es Profesora Jubilada. De 1979 a 1981 fue Investigadora Invitada en el Institute of Fine Arts de la Universidad de Nueva York, donde preparó su tesis doctoral, que versó sobre Gustave Courbet y la modernidad. De 1983 a 1996 fue Titular de la Sección Arte en Cataluña del periódico El País. Entre 1996 y 2009 fue colaboradora mensual en la sección de Opinión. Desde 2016 publica regularmente en El Quadern de El País. Fundó, con Alicia Suárez y Mercè Vidal, la revista ARTILUGI. Y con Albert Ràfols Casamada, Maria Girona, Joan Hernández-Pijuan y Carles Hernández-Mor fundó la revista AMPIT, de arte y poesía. Es especialista en Dora Maar y Joan Miró. Es miembro fundador de la Associació Catalana de Crítics d’Art y miembro de la Asociación Española de Críticos de Arte y de AICA (Asociación Internacional de Críticos de Arte). En 2003, fue nombrada Chevalière des Arts et des Lettres por el Ministerio de Cultura de la República Francesa. El 5 de Mayo de 2009, la Generalitat de Catalunya le concede la Medalla President Macià.

Página oficial de Victoria Combalía  

Obra:

La poética de lo neutro. Análisis y crítica del arte conceptual (1975)

Estudios sobre Picasso (1981)

Antoni Tàpies (1984)

Ràfols-Casamada (1988)

El descubrimiento de Miró. Miró y sus críticos (1990)

Picasso-Miró, miradas cruzadas (1998)

Comprender el arte moderno. Artistas (2003)

Comprender el arte moderno. Movimientos (2003)

Amazonas con pincel (2006)

Oiseaux de cage (2007)

Serás quien yo quiera (2008)

Dora Maar. Más allá de Picasso (2014)

Musas, mecenas y amantes. Mujeres en torno al surrealismo (2016)

¿Lo habéis leído? ¿Conocíais a estas mujeres? ¿Os gusta el surrealismo?

Puntuación 4/5