Volvemos un lunes más con otro
capítulo comentado sobre Harry Potter y
el prisionero de Azkaban (en este caso, los dos últimos del libro): XXI El secreto de Hermione y XXII Más
lechuzas mensajeras.
Sirius y Buckbeak:
dos seres y un destino
En el capítulo anterior nos
quedamos en pleno clímax con la aparición de un ser de luz que consigue salvarlos
(Potter, Granger y Black) de las garras de los dementores.
Harry y Hermione se encuentran en
la enfermería, desorientados y deseosos de contar la verdad para salvar la vida
de Sirius. Pero, cómo no, surge un problema, y en este caso tiene nombre y
apellido: Severus Snape, ese profe que se pasó casi toda la velada
inconsciente, es decir, que no vio a Scabbers transformarse en Peter Pettigrew,
y que, para más inri, odia con todo su corazón a Black. El tío se quiere hacer el héroe y desacreditar a nuestros protas, ya
que tiene a su favor que es el adulto responsable y que los pobres no tienen
pruebas de nada, recordad que el maldito Pettigrew ha desaparecido.
Snape, como ya hemos visto en otras ocasiones, sigue viviendo en su pasado, y, aunque pudieran tener razón, le da igual: Black debe morir. Solo hay que leer el momento en que aparece Dumbledore, quien sí cree a Potter y Granger, y le insiste en la épica cagada de Sirius cuando casi lo mata hace cosa de veinte años, básicamente para asegurarle que una persona así merece el beso del dementor.
Después de esta incómoda
conversación, Dumbledore se queda a
solas con ellos (Ron sigue dormido), y les
sugiere que con tres vueltas del giratiempo tendrán suficiente para salvar dos
vidas. Pero, ¿qué acabo de escribir? ¡giratiempo! Al fin se nos desvela el instrumento mágico que Hermione utiliza para
asistir a todas sus clases, a pesar de que coincidan en el horario. Un
aparatito muy chulo, que solo tiene ella porque la profesora McGonagall confía
plenamente en su buen criterio. ¿Quién hay más responsable y con más ganas de
aprender?
Total, que nos veremos en una
aventura a contrarreloj a lo “24”, pero con nada más que tres horas por
delante. Ambos deberán salvar tanto la
vida de Buckbeak como la de Black, y por el camino descubrirán que el
hachazo que escucharon hace horas no derramó ni una gota de hipogrifo, pues,
según Rowling, los niños viajan tres horas en el pasado donde están sus “yos” haciendo
vida normal, así que cuando transcurra ese tiempo y ellos vuelvan a la
enfermería para que nadie se dé cuenta, Dumbledore del “pasado” les estará
sugiriendo la misma idea a esos Harry y Hermione también del pasado, vamos, que
así no hay problemas de acumulación de Potters en una línea temporal.
De todas maneras, no me convence mucho cómo lo monta Rowling
en cuanto a todo esto de los viajes, ya que hay un momento en el que Harry
y Hermione están escondidos detrás de la cabaña de Hagrid esperando para
liberar a Buckbeak y Potter intenta convencerla para entrar y hacerse con
Scabbers, pero ella le dice que si aparecen de pronto éstos podrían atacarlos
al creer que es alguna especia de magia oscura chunga, pero, vamos a ver, si
Hermione lleva todo el curso con ese giratiempo, no creo que le pareciese tan
raro ver a su yo del futuro junto con Harry, además son gente medianamente razonable
como para que les dejaran explicarse. Eso sí, más adelante, cuando Harry siente
la inspiración y hace uso de su patronus -sin
permiso- al ver a todos en peligro, ahí no pasa nada porque tenía que ser así.
Que sí, que todo encaja sin problemas,
pero la explicación de Hermione no me parece creíble.
El caso es que al final lo consiguen, Sirius se va montado
en Buckbeak, y le dice algo muy bonito a Potter antes de marchar: “¡Verdaderamente, Harry, te pareces a tu
padre!”
Un final feliz
"En honor al mejor profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras" |
Volvemos al presente con un Sirius libre sobrevolando los terrenos de
Hogwarts a lomos de un hipogrifo. El plan sale genial, o lo que es lo
mismo, Fudge, el ministro de magia, va a tener que dar muchas explicaciones,
pero, tranquis, que aquí el más cabreado
no va a ser él sino Snape, quien salivando de rabia le grita a Potter que ha
sido él, no sabe cómo, pero tiene que ser él. Menos mal que tenemos a
Dumbledore para que dé la cara por su alumno intentando convencer a Snape de
que los niños no se han movido de sus camas; aun así, no creo que le convenza
mucho… Así que, como buen niñato adulto que es, Snape decide comentar
deliberadamente a su Casa la situación de Lupin, es decir, el tío revela
supuestamente sin querer que éste es un licántropo, lo que deriva en la
dimisión del profesor antes de que los padres le saturen a quejas. Parece que lo del profe de Defensa contra
las Artes Oscuras empieza a ser tradición, ¿quién será el del año que viene? Lo
veremos en unas semanitas.
¡Ah! Así como datos de interés:
Sirius fue quien le regaló la Saeta de fuego a Potter, y James, su padre, se
transformaba en ciervo, de ahí el nombre de Cornamenta y que, además, sea su patronus.
En fin, un final feliz pero más relajado
que el de los otros libros. Lo que no quita que me haya gustado más, ya que hemos descubierto muchas cositas
interesantes sobre el pasado de la familia Potter, de Hogwarts, de Snape…,
sin duda, un libro que nos abre otro
camino más inquietante que el de luchar contra los obstáculos que nos pone
Voldemort en cada historia. Más intenso de otra manera. De momento, mi favorito. Qué ganas de
empezar con el cuarto para ver más allá de Hogwarts ;-)
Espero que os haya gustado =)
¡Leed mucho!^^
Hola Rachel!
ResponderEliminarMe he liado un poco con esta publicación jajaa Al leer proyecto Potter, creía que estabas como reescribiendo algunos pasajes de Harry Potter a tu manera... Luego me he dado cuenta de que es una reseña. Tampoco ayuda mucho el hecho de que no he leído ninguno de los libros y no sé de qué hablas. Creo que me he comido algún spoiler, pero no me importa porque ya pregunté hace mucho cuál era el final de esta saga. Soy una inculta de Harry Potter en general.
Gracias por tus visitas a mi blog, nos seguimos viendo por allí :)
jajaj vaya tela!
EliminarSí, seguramente te hayas comido algún que otro spoiler XD
Gracias por pasarte =)
¡Hola, bonita!
ResponderEliminarTal y como te comente en la publicación anterior del "Proyecto Potter", yo soy una negada absoluta en el mundo de Harry Potter y, a riesgo de ser linchada por los fans, no es un tema en el que me apetezca meterme jajaja. De todas formas, me encanta leerte porque se nota que lo disfrutas :)
Un besazo enorme.
Ya, no es para todos, pero cuando engancha lo hace bien XD
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