¡Bueeenas!
Hoy nos toca comentar el capítulo XII La poción multijugos:
Después del horrible incidente con
el que se encuentra Harry, McGonagall se lo lleva al despacho de Dumbledore
donde tendrán una no demasiado sincera conversación. Además, ¡ya es Navidad en
Hogwarts! Y todos se largan antes del primer parpadeo, ya que las cosas están
muy moviditas y temen ser las próximas víctimas del heredero de Slytherin. Por
suerte, esta retirada a tiempo les vendrá que ni pintado a nuestros tres
protagonistas para llevar a cabo la poción multijugos, puesto que Draco, Goyle
y Crabbe son del pequeño grupo que se queda en el colegio.
La verdad es que es un capítulo bastante soso si tenemos
en cuenta el final anterior en el que nos habíamos encontrado con un Harry
acojonadito esperando el castigo y/o expulsión de la mano de Dumbledore, a raíz
de la petrificación de Justin y del fantasma Nick Casi Decapitado.
La conversación entre nuestro director favorito y Potter es
concisa y nos deja igual que estábamos, básicamente porque no nos descubre
ninguna información relevante para el caso. Si Harry hubiera optado por
sincerarse ante Dumbledore otro gallo cantaría, pero el temor es más grande que
la confianza que pueda transmitirle, lo que es una pena, visto que Dumbledore
es una persona con la cabeza bien amueblada y sin prejuicios, y que,
segurísimo, le hubiera ayudado.
Menuda decepción se tuvo que
llevar Albus al mentirle Harry en la cara, con lo majete que es el pobre.
Plan multijugos
Aprovechando que es Navidad y que
casi todo el alumnado ha huido a la menor oportunidad (¿quién podría
culparles?), Hermione traza otro de sus
maravillosos planes para culminar con la poción multijugos. Esta vez
pretende dormir a los drugos de Malfoy para hacerse con algunos de sus pelitos
para que la transformación se efectúe cuanto antes.
Ron me mata con sus negativos comentarios
de “no va a funcionar”, pero, vamos a ver, ¡es Hermione! si sus planes no
funcionan, ¿cuáles podrían hacerlo? Ay, Ron, hay que tener más fe en la
señorita Granger que sabe lo que se hace porque, efectivamente, ambos se
transforman sin ningún problema, lo del pelo de gato es un fallo técnico sin
importancia.
Eso sí, no entiendo por qué
narices no se cambian de ropa antes de tomarse la poción si ya saben que van a
crecer considerablemente de tamaño, ¿por qué no se toman esa pequeña molestia?
Y no es que Ron esté muy rimbombante como para hacerse con ropa nueva…
Pero, a lo que iba, los dos se
transforman y, después de un cuarto de hora sin saber dónde está la salita de
Slytherin, llegan, se sientan y tienen
una conversación muy interesante con Draco: él no es el heredero de Salazar
Slytherin ni sabe quién ha abierto la Cámara de los Secretos, es un niño de
papá y repite cual loro todo lo que éste le dice, no tiene ideas propias y se
le podría considerar mugglefóbico o
algo así. ¡Ah! el comentario sobre que Hermione podría ser la primera muerte es
una sobrada auténtica, miedo me da que con doce años tenga una mentalidad así, Lucius debe de estar orgullosísimo. En
fin, es lo que ha mamado desde crío, un padre prepotente y oscuro que trata a
los elfos domésticos de esa manera… ojalá hubiera sido criado por los Weasley.
PD. Me ha dejado loca la
actuación de Myrtle “La llorona” al ver a Hermione así, vaya tela de fantasma
¿no? Y eso que ella sufrió las bromas e insultos de los compañeros de su época.
Espero que os haya gustado =)
¡Leed mucho!^^
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Bienvenidos a La biblioteca de Rachel!
-Leo todos los comentarios, así que si tenéis cualquier duda intentaré solucionarla y contestaros lo antes posible; eso sí, desde este blog.
-No hay moderación de comentarios pero borraré todo aquel que sea ofensivo e irrespetuoso o no vaya más allá del Spam.
¡Muchas gracias por leerme y comentar!^^