"Proyecto Potter" y la piedra filosofal: capítulo XI ¡Se llama Fluffy!

¡Buenaaas!

¡Bienvenidos a un nuevo lunes de Proyecto Potter! Hoy toca el capítulo XI Quidditch pero, como ya sabéis, antes de adentrarnos en el universo de Rowling os recuerdo que si queréis saber más podéis visitar Los textos de Potter y Frikilóloga.

Como iba diciendo, nos encontramos con el capítulo XI Quidditch en el que veremos a Potter pasándolas canutas en su primer partido oficial como buscador de Gryffindor. Por suerte, ganarán a pesar de los supuestos encantamientos de Snape para tirar a Harry de su Nimbus 2000. Además, Harry, Ron y Hermione descubrirán que el nombre de Nicolás Flamel tiene mucho que ver con ese secreto que aguarda tras la trampilla del perro de tres cabezas que, por cierto, se llama Fluffy, o eso dice Hagrid.

Buscando en Pottermore información interesante sobre este capítulo solo me he encontrado con la primera lista de alumnos de Hogwarts (solo 40) creada por Rowling, obviamente, no todos esos alumnos llegaron a existir en la saga original pero sí unos cuantos como Harry, Ron, Hermione, Draco o Neville. De todas maneras, exceptuando esto no he visto nada más, así que pasaré a señalar lo que me ha llamado más la atención.

-Antes del partido que ocupa casi todo el capítulo, podemos ver cómo las sospechas de Harry se hacen cada vez más tangibles gracias a los descuidos y las casualidades de uno y de otro:

¿Quién sino Harry vería a Snape dirigiéndose sigilosamente hacia el pasillo prohibido durante el incidente del trol?

¿Quién sino Harry conectaría la cojera del profesor con ese paseo al tercer piso?

¿Quién sino Harry escucharía casualmente “esa cosa maldita… ¿cómo puede uno vigilar a tres cabezas al mismo tiempo?” de la boca de Snape?

Pinta de malo tiene un rato, ¿eh?

J. K. Rowling nos quiere meter con calzador que Snape es el malo absoluto del cuento y que no hace falta ir más allá ¡eh! Ya que no solo leemos todas estas coincidencias bastante incriminatorias sino que el personaje como profesor y jefe de Slytherin deja mucho que desear: que si es el profe que pregunta en clase para humillar al personal, que si aprovecha su autoridad para quitarles puntos a los de Gryffindor por cualquier tontería (vale, ya sabemos que compiten entre ellos pero no veréis a McGonagall haciendo algo así, ella es legal), que si viste de negro y tiene el pelo grasiento (rasgos de malo de toda la vida) y, por si fuera poco, que es de Slytherin, la Casa que ha contribuido a educar a los mejores magos oscuros de la historia. Vamos, que quien diga que no ha pensado en algún momento que este hombre es el encargado de robar lo que sea que hay en Hogwarts, miente como un bellaco.

-Ahora vamos a por el partido de Quidditch que da nombre al capítulo.

Este partido va a resultar sumamente importante para el libro puesto que a Ron y Hermione se les caerá la venda de los ojos y apoyarán cien por cien a Harry en su lucha contra Snape, y ¿cómo es posible? Resulta que le pillan encantando la escoba de Harry en plena caza de la snitch dorada, vamos, que si no es por Hermione Potter ya hubiera llegado a la luna o se hubiera caído por el camino. Eso sí, que no se nos olvide que el profesor Quirrell siempre está en medio de estos intensos segundos.

Por cierto, Gryffindor gana a Slytherin 170 a 60 puntos gracias a la captura de la snitch por parte de Potter. Así da gusto, su primer partido y, encima, contra Slytherin y ganan. ¡Viva Gryffindor!

-Para terminar el capítulo, Rowling nos introduce nuevas líneas de investigación sobre lo que se esconde en Hogwarts, es decir, que a Hagrid se le vuelve a escapar información como que “eso” solo les concierne a Dumbledore y Nicolás Flamel y que el perro de tres cabezas tiene nombre y todo, Fluffy. O sea, que ya sabemos a lo que se van a dedicar estos tres en los próximos capítulos: ¿quién es Nicolás Flamel?

Por curiosidad, ¿alguno está leyendo Harry Potter y la piedra filosofal?

Espero que os haya gustado =)

¡Leed mucho!^^