“En un agujero en el suelo, vivía un hobbit.
No un agujero húmedo, sucio, repugnante, con restos de gusanos y olor a fango,
ni tampoco un agujero seco, desnudo y arenoso, sin nada en que sentarse o que
comer: era un agujero-hobbit, y eso significa comodidad.”
Autor: J.
R. R. Tolkien
Fecha de publicación: 1937 (original en inglés) y 1982 (en España).
Traducción: Manuel Figueroa
ISBN: 84-226-1586-X
Págs.: 227
Editorial: Círculo de lectores (cedido por Minotauro)
Sinopsis:
Todo
empieza el día que Gandalf recurre a Bilbo Bolsón, un hobbit de la Comarca,
para ayudar a un grupo de enanos a recuperar su hogar. En el momento en que
Bilbo se decida a aceptar la propuesta del mago, se verán envueltos en grandes aventuras
en las que no faltarán desde cambiapieles, arañas y trasgos hasta elfos y
dragones… ¡Ah! Y Gollum con sus divertidas y estresantes adivinanzas.
Opinión:
Esta es la historia de un viaje inesperado para un pequeño
gran hobbit, de esos que se creen caseros hasta la médula, pero que llevan
anclados al corazón un aventurero imparable. Una historia de aventuras que respira
fantasía por cada poro. Una historia increíble y adictiva, que incluso engancha
al más incauto de los lectores. Una historia maravillosa, que no dejará
indiferente a nadie.
Como
bien indica el título, el protagonista indiscutible de la obra es un hobbit, Bilbo
Bolsón. Como todos los de su especie, es un ser hogareño, tranquilo y pacífico,
pero que, debido a cosas de la genética, tiene una parte aventurera gracias a su
madre, Belladonna Tuk, quien procedía de una de las pocas familias que salían
por gusto más allá de la villa, ¡por lo que hay que estar muy agradecidos a los
Tuk!
Nos
encontramos ante un narrador omnisciente en tercera persona, que está relatando
una novela como si de un cuento para niños se tratase, con lo que se dirige a
nosotros y nos tiene en cuenta, nos hace sentir parte de la historia. Y eso, queridos
lectores, me encanta.
“Ahora podéis comprender por qué
Gandalf, escuchando esos gruñidos y aullidos, empezó a tener un miedo
espantoso, mago como era, y a sentir que estaban en un pésimo lugar y todavía
no habían escapado del todo.”
Otro
punto a favor son las descripciones en su mayoría tan concisas que evitan que
el ritmo decaiga y, por tanto, que “desenganchen” a una gran suma de lectores.
No sé a vosotros, pero a mí unas descripciones excesivamente largas, si realmente
no son necesarias me resultan tediosas. Así que Tolkien sabe lo que hace y no
abusa de los adjetivos de manera desmedida. Por parte de los personajes, al
principio es bastante lioso, y yo, por lo menos, no conseguí enterarme de todos
los nombres de los enanos que van a casa de Bilbo. Por suerte, a lo largo de la
novela no hay un número descomunal de personajes –véase Canción de hielo y
fuego- y al terminar de leer uno se puede sentir satisfecho de
haberse aprendido los nombres de todos y cada uno de ellos. Además, para
amenizar la narración, nos encontramos con numerosos diálogos y aventuras de lo
más variopintas repartidas a lo largo de los diecinueve capítulos en que se
estructura la novela.
Pero no
todo va a ser positivo en El hobbit. Durante el transcurso de la obra hay varias
composiciones de Tolkien que sobrepasan mi paciencia lectora, y sí, me refiero a las latosas canciones que
aparecen durante la cena que se celebra en casa de Bilbo y en la Ciudad
de Valle (terreno humano). Si hubiera escrito dos estrofas por canción todavía podría
resultar llamativo, pero el hombre nos atesta con canciones completas, es decir,
con estribillos y todo, lo que acaba resultando agotador.
Aunque
no voy a terminar mi reseña con lo más negativo del libro, ya que falta algo muy
importante: ¡los personajes!
Bilbo
es en gran medida el prototipo de hobbit, que, como ya os he dicho antes, es gente tranquila, apacible y, por supuesto, de muy buen comer. Lo que hace a
Bilbo especial, diferente al resto de sus vecinos, es su vena aventurera que ni
él mismo sabe que tiene. A pesar de todas las dificultades y de casi morir unas
cuantas veces, él sigue al pie del cañón y nunca se rinde, eso sin contar que
leal podría ser su segundo nombre. En una de las escenas finales cuando
consiguen llegar a Erebor, también llamada la montaña solitaria, donde habita
Smaug, se puede ver perfectamente de qué está hecho el señor Bolsón.
Gandalf,
el mago al que no sé si querer u odiar. Para mí, este personaje me supone la
incógnita personificada, ya que no se llega a saber mucho de él ni del alcance
de sus poderes. Ciertamente, pensaba que sería uno de los protagonistas
indiscutibles de la novela, pero nada más lejos de la realidad. Gandalf es como
el héroe invisible que sólo aparece si es muy necesaria su ayuda y aun así no
está siempre disponible. Algo se dice de una misión paralela de la que debe
encargarse pero tampoco se descubre su aventura.
Otro de
los importantes es Thorin, hijo de Thráin II y nieto de Thrór -último rey bajo
la montaña-. Este enano, como todos, es un ser robusto, combativo y que adora
el oro, lo que será su perdición en algún que otro momento. A pesar de esta
debilidad, es un ser noble y valiente, eso sí, muy pero que muy testarudo.
El conjunto
de enanos que acompañan al nombrado trío es bastante diverso y ocupan, sin duda
alguna, el puesto oficial de divertimento.
Hay
muchos más personajes de los que podría hablar –el Rey de los elfos del bosque,
Beorn, Gollum, etc-, pero tampoco creo que sea necesario, así que elegiré a Smaug, ya que sin él no habría novela.
En
cierto modo, Smaug me recuerda lejanamente a Thorin por su horrible obsesión por
todo lo brillante. Es un personaje muy atrayente porque no es el típico dragón
de los cuentos que exclusivamente se dedica a escupir fuego y arrasar con todo,
que también, sino que razona, habla y tiene sus debilidades como cualquiera,
es decir, es un dragón muy humanizado. La conversación que tiene con Bilbo
hacia el final del libro es genial, en serio, tenéis que leerlo.
Por mí,
podría seguir hablando del hobbit, pero ya sé que tenéis una vida y que las entradas excesivas no
atraen, así que solo me queda deciros, aunque ya está más que claro, que sí es
una lectura recomendada para cualquier edad. Un libro ágil y entretenido,
con escenas muy buenas entre las que destacaría las adivinanzas de Gollum y la
conversación final del señor Bolsón con Smaug.
Sobre el autor:
Respecto a sus obras, su carrera literaria comenzó con la publicación del Hobbit gracias a Susan Dagnall, empleada de la editorial londinense George Allen & Unwin, que recibió el manuscrito por casualidad ya que éste había sido destinado como “cuento para dormir” para los hijos de Tolkien. Susan le entregó el libro al presidente de la empresa, Stanley Unwin, quien a su vez se lo dejó a su hijo pequeño Rayner para que lo leyera. Le gustó tanto al niño que decidieron publicarlo e incluso pidieron al autor una secuela, la que sería El señor de los anillos. Murió en Oxford, veintiún meses después de fallecer su esposa, el 2 de septiembre de 1973.
Algunas de sus obras más destacadas:
-El hobbit (1937)
-Trilogía
El señor de los anillos (1954-5)
-Las aventuras de Tom Bombadil y otros poemas
de El libro rojo (1962)
-El Silmarillion (1977) Recopilación de
obras de la Tierra Media publicada de forma póstuma.
-Los hijos de Húrin (2007) Novela póstuma
editada por su hijo Christopher.
-La leyenda de Sigurd y Gudrún (2009)
Novela póstuma editada por su hijo Christopher.
-La caída de Arturo (2013) Novela póstuma
editada por su hijo Christopher.
Para más información sobre su obra click aquí
Sociedad Tolkien Española
De libro a película:
Para más información sobre su obra click aquí
Sociedad Tolkien Española
De libro a película:
Como seguro que sabéis, Peter Jackson fue el elegido para dirigir El hobbit, aunque, en vez de una película, prefirió hacer una trilogía de la que han estrenado las dos primeras partes. Os dejo ambos tráilers:
El hobbit: Un viaje inesperado
El hobbit: La desolación de Smaug
Aunque no es la única película basada en el libro, pues en 1977 Jules Bass y Arthur Rankin Jr. dirigieron la versión de dibujos animados.
Y la cosa no termina aquí. Buscando por Internet encontré la versión rusa de 1985. Disponible en Youtube pero solo en ruso...
Puntuación: 5/5
Estoy deacuerdo con las canciones y las adivinanzas, yo me puse aa intentar adivinarlas, toda la conversación con smaug esta muy bien. Una gran historia de la tierra media
ResponderEliminarSí, para mí de lo mejor del libro también, me refiero a lo de Smaug. ¡Gracias por comentar!
ResponderEliminarEs un libro muy entretenido. La pelicula me gustó mucho.
ResponderEliminarBuena opinión.