“Primero los colores.
Luego los humanos.
Así es como acostumbro a ver las cosas.
O, al menos, así intento verlas.”
Autor: Markus
Zusak
Fecha de publicación: 2005 (original en inglés)
Traducción: Laura Martín de Dios
ISBN: 9788467225921
Págs.: 539
Editorial: Círculo de lectores (cedido por Random House Mondadori)
Sinopsis:
Unos
meses antes de que Alemania entre en guerra con Europa, una niña de diez años,
Liesel Meminger, sufre la pérdida de su hermano pequeño y el abandono de su
madre, quien entrega a Liesel a los Hubermann, su nueva familia. Estas
circunstancias y el descubrimiento de un libro, el Manual del sepulturero, serán piezas clave en su destino, uno con
toques cómicos, cariñosos y a veces, incluso, demasiado trágicos.
Opinión:
Descubrí
este libro gracias a un capítulo de Modern family en el que Claire se lo
recomendaba a su marido. En cuanto escuché el título me llamó la
atención, y al buscarlo en Internet y leer su argumento mucho más. Lo devoré
en menos de tres días, pero es que es de esos libros que una vez
comienzas no puedes parar de leer. Nunca una novela me había enganchado de esta
manera tan sobrehumana.
Liesel
es una niña que con tan sólo diez añitos pasa por un terrible trauma, pues sus padres, al ser comunistas, deben escapar cuanto antes, y para no poner en
peligro a sus dos hijos deciden darlos en adopción. El libro comienza con la
huida de la madre y sus dos niños de camino a su nueva familia. Por desgracia, en
el trayecto el hermano pequeño muere. Liesel presencia esa pérdida que, desde
ese momento, llevará siempre en su corazón; sin embargo, no puede detenerse y debe
seguir su camino, eso sí, cogiendo antes un pequeño libro que se le cae a un
joven: el Manual del sepulturero.
Este será el inicio de una gran pasión -que muchos compartimos-: la del amor
hacia los libros. Esta afición de Liesel por la literatura se podrá ir desarrollando
gracias a su padre adoptivo Hans, Ilsa Hermann, para quien trabaja su madre
Rosa, y Max, uno de los personajes más entrañables de la obra.
Lo que
hace a esta novela diferente a todas las demás sobre nazis es su
frescura y originalidad. No es una historia que vaya al morbo o a la lágrima
fácil, ya que no es sólo guerra o sucesos trágicos sin más. Es una obra que pasa por
miles de momentos alegres, tristes, entretenidos, estresantes… Tiene unos
personajes muy carismáticos con los que puedes sentirte muchas veces
identificado y que no se olvidan con facilidad. Además, como seguro que ya os
han contado, está narrada por la muerte, que, evidentemente, es un punto a favor
por esta innovación tan curiosa. Pero lo mejor no es sólo eso, sino que la
muerte no es -como me la hubiera imaginado en un principio- horrible, sino que siente compasión e incluso
coge cariño a ciertas personas, pero, por desgracia, es su trabajo y debe hacerlo quiera
o no.
Aunque
la novela cuente con unas 500 páginas, no resulta una lectura agotadora, ya que
los capítulos no se alargan mucho y, como ya he mencionado antes, es una
lectura adictiva. También veo como puntos a favor el índice donde se ve la
estructura de los capítulos: éstos se agrupan en diez partes y un
epílogo, es decir, que tiene un orden claro y eso a mí me encanta. Eso sin mencionar, el cuento
ilustrado que hay hacia la mitad del libro, el cual me parece un detalle interesante.
La
verdad es que podría hablar horas y horas sobre esta novela, porque sinceramente es una de las que más me ha gustado con diferencia, pero, como tampoco es plan, simplemente nombraré algunos de los
personajes más tiernos de la historia.
Es
verdad que Liesel es uno de los que estarán para siempre en mi
memoria, pero, sin lugar a dudas, el pequeño Rudy es el que de verdad ha pasado
a formar parte de mi corazón. Eso sin hablar de Max, el joven judío que, por
cosas de la vida, acabará viviendo en el sótano de los Hubermann. Es un
personaje con el que sufres y disfrutas a partes iguales. Hans, el padre de
Liesel, el hombre con el corazón más grande del mundo. Y por último, Rosa, quien, a pesar de su “tan refinado lenguaje", es todo amor. Pero, bueno, no quiero seguir
comentando más de la historia porque al final voy a acabar spoileando, que soy muy
dada a ello. Así que sólo me queda recomendaros que leáis La
ladrona de libros. Seguro que no os defraudará.
Hay
muchas citas memorables y, aunque pueda parecer una tontería, ésta es una de
mis favoritas (la verdad es que tengo algunas más por ahí, pero son de esas que
destripan finales, así que mejor evitarlas):
“Cuerdo
o no, Rudy estaba destinado a ser el mejor amigo de Liesel. Todo el mundo sabe
que una bola de nieve en la cara es el comienzo perfecto de una amistad
duradera.”
Sobre el autor:
De
momento ha publicado:
-The Underdog
(1999) No hay edición en español.
-When
Dogs Cry (2001) No hay edición en español.
-Cartas cruzadas (I Am the Messenger) (2002)
-Fighting Ruben Wolfe (2001) No hay
edición en español.
-Getting the Girl (2003) No hay edición
en español.
De libro a película:
En 2013
se estrenó la película basada en el libro, bajo el mismo título y a las órdenes
de Brian Percival (Director de Downton Abbey, que no creador). Nos encontramos con Sophie Nélisse dando vida a Liesel, Geoffrey Rush como Hans, Emily Watson como
Rosa, Ben Schnetzer como Max, Barbara Auer como Ilsa Hermann y Nico Liersch como mi querido Rudy.
Todavía
no he visto la película, así que no puedo hacer comparaciones, pero, si os soy
sincera, no estoy segura de verla. Ahora mismo tengo en tal pedestal al libro
que, seguramente, la peli me defraude sí o sí, aunque sea magnífica.
Puntuación 5/5
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